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Las principales calles de Binissalem brillaron ayer, cumpliendo con la tradición, al paso de las famosas carrozas del Vermar. 67 fueron las carrozas inscritas en la edición de 2009, seis más que el año pasado.

 

Los suculentos premios de entre 100 y 900 euros con los que el Ajuntament reconoce la fidelidad a la tradición y la originalidad de los diseños contribuyen a garantizar el éxito de un certamen sin el que, hoy por hoy, la tradicional Festa des Vermar no sería lo mismo.

 

En total, se reparten 24 premios distribuidos en cuatro categorías. Premios de 900, 450 y 200 euros en las categorías tradicional y original, premios de 500, 200 y 150 euros en la categoría juvenil, además de 15 premios especiales de 100 euros.

 

Entre las novedades de este año, el Ajuntament de Binissalem ha apostado por un cambio de recorrido con el objetivo de ganar vistosidad, completando por primera vez tres cuartos de vuelta a la plaza en un juego de equilibrio a medida para facilitar el recorrido de las inmensas carrozas por las estrechas calles del centro. Y es que siempre hay algún grupo que apura los límites de longitud establecidos con el objetivo de ganar espectacularidad. Es el caso de la vistosa carroza de la 'Octava maravilla del mundo' que competía ayer con un espectacular acueducto realizado, como no, en piedra a la que le costó lo suyo incorporarse al desfile.

 

Hubo propuestas para todos los gustos, carrozas más tradicionales y más modernas, guiños a la actualidad política y por qué no sanitaria, siguiendo las modas del Yes we can de Obama o la temida Gripe A. Una versión mitológica, una versión sesentera, una versión play boy, la versión infantil, la versión sexagenaria, la del anuncio de Formentera, la pirata, la vaquera... todo vale en una fiesta con la que disfrutan los binissalemers y binissalemeres. Hasta la Protección Civil era «de pega» en un desfile maquiavélico en el que la juerga gana el pulso a la tradición al menos en lo que se refiere a decibelios.

 

La XLV Festa des Vermar se despide hoy con una jornada repleta de actos. La IX Fira des Vermar y el concurso de racimos serán hoy los grandes protagonistas de la mañana en la que se realiza también la tradicional ofrenda a Santa Maria de Robines del Mosto joven, a cargo de las vermadores y vermadors 2009. Juegos, baile y mucho vino gratuito, a las 16'30 de la tarde, pondrán la guinda a una de las fiestas más arraigadas en Mallorca que marca el inicio del otoño.