El arquitecto municipal propone reducir a 20 los 52 adosados proyectados

El arquitecto municipal ha rechazado el proyecto por el impacto visual que causaría y sugiere una serie de modificaciones para poder construir, eso sí, una veintena de viviendas en este mismo lugar. Se trata de una finca de 16.000 metros cuadrados situada junto al casco urbano y que linda con las carreteras de Inca-Petra y Sineu-Llubí. El regidor Josep Oliver asegura que el Ajuntament está decidido a llevar el proyecto adelante aunque el Consistorio ejercería un control sobre los precios de venta. El arquitecto sugiere construir una veintena de viviendas de las que 12 serán de 120 metros cuadrados y dos plantas y el resto serán de 80 metros cuadrados. El precio de venta rondaría los 15 millones de pesetas.

Josep Oliver ha mostrado su preocupación por la falta de vivienda que hay en los municipios de interior y asegura que «hemos buscado solares para hacer viviendas de protección oficial pero los solares urbanos son pequeños y piden 20 millones de pesetas». El regidor entiende que «si se reduce el número de edificaciones que proponía la promotora privada, el impacto del proyecto no será tan grande».