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Una amplia mayoría de los cerca de 200 comerciantes y empresarios que anoche celebraron una asamblea en Magalluf se pronunciaron a favor de cerrar sus establecimientos durante media jornada de un día aún por decidir de la próxima Semana Santa. Además, se mantiene la amenaza de iniciar una rebelión fiscal y la intención de interponer un recurso contencioso administrativo cuando sea aprobado definitivamente el Plan General de Ordenación Urbana.

El presidente de la Federación Balear de Comercio y Servicios Turísticos (Fetur), Luis Marín, explicó a los comerciantes calvianers que en la reunión celebrada anteayer con los representantes del Ajuntament de Calvià, éstos aceptaron negociar el documento presentado por el colectivo empresarial e incluso aceptaron algunas de las propuestas, como por ejemplo permitir «actividades complementarias» en locales de menos de 60 m2 y no exigir plaza de aparcamiento a los establecimientos ya construidos desde hace tiempo pero que aún no han abierto sus puertas al público. Marín también planteó que no consideraba conveniente realizar ninguna movilización esta semana debido a la proximidad de las elecciones del domingo y para evitar que se les acuse de politizar el conflicto.