Además de la oferta de grados en la que trabaja la futura Universitat de Mallorca, hay dos más en cartera: Logopedia y Gestión de Empresas Deportivas. En la imagen, Diego González posa en el espacio de Adema dedicado a Bellas Artes, en Son Rossinyol. | Teresa Ayuga

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La futura Universitat de Mallorca (Umac), impulsada por la actual Escola Universitària Adema, prevé unos 2.500 alumnos en toda su oferta académica. En formación universitaria, Adema ofrece actualmente en sus instalaciones de Son Rossinyol, en Palma, los grados de Odontología, Nutrición Humana y Bellas Artes, y el máster de Odontología Digital. En el próximo curso, se incorporarán a esta oferta los grados de Odontología y Bellas Artes en inglés. El presidente del Patronato de Adema, Diego González, explica que «como Universitat de Mallorca, ofreceremos en Inca, en la antigua fábrica Farrutx, los grados de Diseño, Arquitectura, Diseño 3D y Videojuegos, Ingeniería de Datos, Sociología y el doble grado de estas dos últimas titulaciones. En el Coll den Rabassa, en una parte del edificio de Endesa, impartiremos Biomedicina, Ingeniería de la Salud y Medicina. Todo ello se acompañará de seis másters y dos programas de doctorado. La inversión es de 40 millones de euros y una previsión de desarrollo de diez años. No hay financiadores externos, aunque se nos han ofrecido. Adema presenta unas cifras saneadas que nos permiten presentarnos ante las entidades financieras y obtener recursos económicos».

Adema tiene 31 años y nació con titulaciones oficiales de FP que fueron ampliándose y consolidándose hasta que, en 2017, con el grado de Odontología, abordó el salto al proyecto universitario. González señala que «actualmente tenemos 330 alumnos en grados y 400 en FP. En febrero de este año hemos iniciado los trámites para las nuevas titulaciones de lo que será la Universitat de Mallorca después de que la UIB, a la que estamos adscritos, rechazara las cinco que le habíamos presentado. Teníamos dos opciones: adscribirnos a otra universidad o crear una propia, y nos decantamos por esta última. No hemos querido depender de otra universidad ni de otra comunidad autónoma. Para la Universitat de Mallorca es necesaria la autorización del Govern y un informe preceptivo, no vinculante, de la Conferencia de Política Universitaria, por lo que, en el mejor de los escenarios, podríamos iniciar nuestra andadura como nueva universidad en 2025».

Respecto a la decisión de la UIB de rechazar su propuesta de nuevas titulaciones, Diego González afirma que «la respeto, pero no la comparto. Respeto a la UIB como institución. Nos hemos sentido cómodos con ella y hemos establecido vías de colaboración, pero queríamos ampliar nuestro catálogo de titulaciones y sólo coincidimos con la UIB en Medicina por su apabullante demanda. En el resto, no duplicábamos titulaciones».

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En este sentido, González indica que «en todos los grados ofreceremos 40 plazas en primer curso, salvo en Medicina, que serán 60. El sector sanitario pide más plazas y nosotros no actuamos por capricho, sino por analísis del mercado, la demanda y las necesidades de la sociedad balear».

En cualquier caso, el responsable de Adema apuesta «por una universidad pequeña, con el valor añadido de la proximidad y los docentes como acompañantes. Eso es innovación educativa, con una metodología de proximidad, tecnología y una escala de valores basados en la convivencia y la sostenibilidad». González subraya que «el 20 % de nuestro alumnado estudia y trabaja. Es un alumnado que, precisamente por trabajar, no se podría haber marchado fuera para realizar sus estudios y ha podido ampliar su formación gracias a nuestra oferta académica».

El presidente de Adema destaca que «estableceremos conexiones investigadoras y transferencias de datos y conocimiento entre las titulaciones para que ganen potencia entre ellas. Así, por ejemplo, puede haber una conexión entre Odontología y Bellas Artes a través de las simulaciones».

El máximo responsable de Adema confía plenamente «en nuestra experiencia y conocimiento de la gestión universitaria. Defendemos un proyecto sólido que, además, no pretende crear un campus extenso de tipo americano, sino que recurrimos a la reutilización de espacios en desuso, como estamos haciendo en Inca y en el Coll den Rabassa. Además, en Inca, nos situamos junto a las estaciones de tren y autobuses. Me parece muy importante que descentralicemos nuestra oferta académica y que una ciudad como Inca pueda contar con una oferta universitaria que sin duda será dinamizadora».

El apunte

El tercer clúster educativo de España

Diego González es, además, presidente del Clúster Educatiu de les Illes Balears (Cluster.edu), creado este año: «Es una iniciativa valiente por parte de la Asociación de Centros de Enseñanza de Baleares (CECEIB) para afrontar mejor los retos futuros y que nuestros alumnos estén más preparados y capacitados, y sean más competitivos, lo que está relacionado directamente con el bienestar de la sociedad. Somos el tercer clúster educativo de España después del vasco y el catalán, y queremos sumar más centros, asociaciones y empresas del ecossistema educativo».