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El próximo curso escolar arrancará el 11 de septiembre con seis colegios modulares y otras 73 aulas prefabricadas distribuidas en toda una serie de centros, frente a las 99 que se utilizaron el pasado curso.

Éstas son las previsiones que maneja el director general de Planificació i Centres, Miquel Martorell, quien confía en que a lo largo del curso esas aulas prefabricadas se reduzcan a 65, «una vez que se abra el nuevo colegio público que Binissalem, que supondrá la eliminación de ocho aulas modulares».

Martorell reconoce que la total eliminación de las aulas prefabricadas «es una utopía» y añadió que «tampoco es aconsejable, pues en caso de que haya 'picos' de alumnos en un determinado centro este tipo de aulas pueden ser útiles».

Los colegios prefabricados serán el CP de Llucmajor (en breve comenzarán las obras del colegio de piedra, que no estará acabado hasta el siguiente curso); otro en la zona de las urbanizaciones de Llucmajor; el CP de Vila, Eivissa, también a la espera de la construcción del colegio de obra, y otro colegio en Sant Antoni (Eivissa). Aunque en este caso, Martorell reconoce que «deberán convivir ambos, pues en esa zona son necesarios dos centros. Junto a estos, también empezarán el curso otros dos colegios prefabricados: el IES de Alcúdia, «aunque a lo largo del primer trimestre del año escolar se espera poder abrir el de obra y los alumnos serán trasladados», y un colegio en Manacor, «a la espera de la construcción del nuevo colegio).