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El Govern mantuvo ayer que el documento que Jaume Matas mostró en el Parlament en octubre de 1998 era «una copia del correo electrónico» de Francesc Antich, presidente de la Comisión Insular de Mallorca, y no la documentación que la institución insular presentó en un hotel de Palma semanas antes. El Ejecutivo, a través de los consellers Antoni Garcias y Eberhard Grosske, dedicó casi toda la rueda de prensa del Consell de Govern para dar «nuevas pruebas» sobre el supuesto espionaje informático, que serán entregadas al juez que instruye la denuncia presentada por la consellera Misericòrdia Ramon.

El Govern mostró el vídeo de la sesión plenaria de octubre de 1998 para demostrar que la carátula del informe interno que mostró Matas era diferente a la documentación repartida por el Consell en el Fórum Ciudadano en el que se dio a conocer los criterios del Pla Territorial de Mallorca. «El informe de Matas era una copia exacta del correo electrónico de Quetglas, un documento interno de trabajo previo al entregado en el Fòrum», según Garcias. El conseller de Presidència no pudo precisar si el Govern había conseguido dicha carátula del propio correo electrónico de Quetglas. Eberhard Grosske cree que este hecho «no tiene importancia porque Matas tenía la información directamente desde su propio correo electrónico».

En la carátula del informe que leyó Matas en el Parlament se lee «Criteris per al Pla Territorial de Mallorca. Bases de l'enquadrament. Document intern de treball». En la documentación entregada en el Fòrum Ciutadà se incluía un logotipo del CIM.

Para Garcías, y ante esta diferencia, demuestra que «Matas y Flaquer son unos tramposos». «Los hechos hablan por sí solos», insistió el titular de la Conselleria de Presidència, quien subrayó que cuando el Pacte de Progrés llegó al Govern «se encontró todo bien limpio de documentación porque había pasado por la trituradora». El Govern tampoco tiene intención de hablar con el funcionario que trabajaba para Matas, a quien se le desvió el correo electrónico de Quetglas. «Nuestro problema no es Vallori "el funcionario" sino el pinchazo informático», planteó Garcias, quien también indicó que el Govern «hará lo que tenga que hacer en Bitel».

En relación a esta asunto, el PSOE acusó ayer a Matas y Flaquer de mentir sobre el supuesto espionaje informático, aunque los socialistas sostienen que «ha quedado claro que el ex presidente del Govern utilizó importante información por medios ilícitos».