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Los vecinos de Sa Calatrava y La Seu han decidido movilizarse para conseguir la revisión del PERI (Plan Especial de Reforma Interior) de usos en el centro histórico y la suspensión cautelar de las licencias otorgadas a siete nuevos bares en la zona de Sa Calatrava y La Seu. El acuerdo se tomó en el transcurso de la asamblea informativa de vecinos celebrada ayer por la tarde, en la que se puso de manifiesto su oposición a que «estos barrios se conviertan en una nueva Llonja», según expresó Climent Garau, presidente de la Asociación de Vecinos de sa Calatrava. Hace dos años, los residentes de estas zonas reclamaron a Cort la elaboración de un PERI de usos que debía afectar a bares, restaurantes y quioscos, «pero el concejal de Urbanismo por aquel entonces, Carlos Ripoll, no atendió nuestra demanda», apuntó.

Desde entonces, según el mismo, «se ha invertido mucho en nuestras calles, devolviendo a la zona el auge perdido, lo cual ha atraido a inversores que buscan desesperadamente locales para instalar nuevos negocios».

En el último año se han instalado siete bares, dos en la zona de La Seu y cinco en Sa Calatrava «que han realizado obras mayores con licencias de obra menor», motivo por el cual «los vecinos hemos presentado más de un centenar de denuncias, ninguna de las cuales ha sido contestada por el Consistorio».