Ocho jóvenes de entre 13 y 27 años se han adentrado en los secretos de la escalada clásica de la mano de la Asociación Deportiva Aventura Tramuntana. Foto: JAUME ROSSELLÓ.

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Ocho jóvenes, con edades comprendidas entre los trece y los veintisiete años, han participado durante estos dos últimos fines de semana en un doble cursillo, teórico y práctico, que ha tenido como escenario diversas cornisas y torrentes de la Serra de Tramuntana. El curso ha sido organizado por instructores de la Asociación Deportiva Aventura Tramuntana, entidad que, según describe su portavoz, Maties Amengual, «es un club abierto a toda aquella gente que esté interesada en las actividades de montaña, ya sean escaladas, encadenamientos o ascensiones y cruzadas por torrentes».

Las alturas de los riscos escalados el primer fin de semana del curso iban desde los cuarenta y cinco metros de «El espolón del Julandrón», considerado de 1/IV en la escala de dificultad alpinística, a los setenta y cinco metros del de «Las avispas», catalogado con 1/V de dificultad. En esta terminología de acotación de la complejidad en la escalada clásica, el máximo grado de dificultad está cifrado en 1/VI. En opinión de Maties Amengual, «la escalada clásica estaba totalmente desfasada, aunque resulte ser la más completa y dificultosa. Al comprobar, como instructores de montaña, que en los últimos años se venía produciendo una progresiva aceptación de esta modalidad de escalada, nos decidimos a organizar estos cursos. De alguna manera, lo que pretendíamos recuperar era el espíritu romántico del proceso de la escalada, sobre todo a través del sentido de vinculación y mutua ayuda que existe entre los compañeros acordados entre sí durante la ascensión».

Como punto anecdótico, Amengual comentó los esfuerzos, voluntariedad y espíritu de compañerismo de Pedrito, de trece años, el benjamín de los cursillistas.

A este primer cursillo básico de escalada clásica, impartido por tres instructores, seguirá otro de perfeccionamiento. El amor por la escalada se hace más patente y evidente de cada día.