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Al menos cinco personas, entre ellas tres niñas, murieron este sábado en un ataque con drones en uno de los principales frentes de batalla entre las fuerzas del Gobierno internacionalmente reconocido del Yemen y los rebeldes hutíes en el suroeste del país, informaron a EFE fuentes de seguridad. Las tres menores, de entre 8 y 12 años, y dos mujeres de la misma familia fallecieron cuando un dron unidireccional explotó mientras iban a buscar agua potable en un pozo del distrito de Mawzaa, en la provincia de Taiz, de acuerdo con los informantes, que no especificaron quién lanzó la aeronave no tripulada.

El Ministerio de Defensa yemení indicó en un comunicado que el ataque fue perpetrado por los hutíes, respaldados por Irán; mientras que el departamento de Salud Pública y Población controlado por los rebeldes atribuyó la acción a los "mercenarios de la agresión", término que utilizan para referirse a las fuerzas gubernamentales. La ciudad de Taiz, capital de la provincia homónima, a unos 250 kilómetros al suroeste de Saná, está sitiada por los hutíes desde 2015. El Yemen está inmerso en una guerra desde que en 2014 los rebeldes tomaran Saná y expulsaran al Ejecutivo yemení, pero el conflicto se recrudeció un año después con la intervención de la coalición militar capitaneada por Arabia Saudí en apoyo del Gobierno internacionalmente reconocido del país árabe.

Sin embargo, la violencia ha remitido significativamente desde que en 2022 ambas partes enfrentadas acordaran una tregua que, pese a que venció unos meses después, se ha mantenido en gran parte hasta ahora. Los hutíes y el Gobierno estaban en conversaciones para alcanzar un acuerdo político que pusiera fin a una década de conflicto hasta que estalló la guerra en la Franja de Gaza, que provocó la suspensión de las negociaciones y el inicio de una campaña militar de los rebeldes contra la navegación comercial en el mar Rojo.