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Un jurado federal condenó ayer a cinco cadenas perpetuas consecutivas a un ex soldado estadounidense por violar y matar a tiros a una niña iraquí de 14 años y por ejecutar después a sus padres y a su hermana mientras servía en Irak en 2006.

Steven Dale Green, quien fue juzgado en un tribunal civil de Kentucky, se enfrentaba a una posible condena de pena de muerte, pero la incapacidad del jurado de alcanzar una decisión unánime al respecto convirtió la sentencia en cadena perpetua.

El ex soldado, suspendido del Ejército debido a un desorden de su personalidad, fue declarado culpable el pasado mayo de los 17 cargos de los que se le acusaba.

Green, quien no tendrá opción de recurrir a ningún mecanismo para rebajar su condena, reconoció su culpa en una breve intervención durante la audiencia.

«No voy a actuar como si lo que pasó estuviera bien. Fue algo demente. Pero no saben lo que pasó, no entienden nada», dijo el acusado, de 24 años y natural de Texas.

Según la acusación, el delito fue planeado entre Green y otros soldados cuando jugaron a las cartas y bebieron whisky en un puesto de control. Dos de ellos cumplen condenas de 90 y 100 años de confinamiento en un recinto militar.