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EFE - SANTIAGO DE CHILE La derecha chilena acusó ayer al Gobierno y a la Fiscalía de ensañarse con Augusto Pinochet por su decisión de hacerse parte en varias querellas presentadas contra el general retirado en los tribunales de este país. Dirigentes de los partidos conservadores Renovación Nacional (RN) y Unión Democrática Independiente (UDI) reaccionaron molestos por la decisión del Consejo de Defensa del Estado de personarse en las querellas del caso de la «Caravana de la Muerte», por el que han sido procesados siete ex oficiales y en el que Pinochet aparece inculpado.

La presidenta del Consejo, Clara Szczaranski, puntualizó ayer que ese organismo adoptó de manera «completamente autónoma» la decisión de hacerse parte en ese proceso judicial. Sin embargo, para la derecha, la decisión adoptada anoche por la Fiscalía constituye una presión intolerable hacia la actuación de los tribunales.

«Lo que están haciendo es engañar a la opinión pública generando la idea de que en este país sólo hay justicia si se condena a Pinochet. Esta campaña que se ha orquestado es una presión absolutamente indebida a los jueces», sostuvo el presidente de la ultraderechista UDI, Pablo Longueira. A juicio de esta formación política, las declaraciones de representantes del Gobierno y de la Concertación (coalición gobernante) en las que pidieron que se juzgue a Pinochet demuestran que se está ejerciendo una presión indebida a los tribunales.

Mientras, Pinochet abandonó ayer su residencia en el municipio de La Dehesa para acudir al Hospital Militar de Santiago y someterse a un control médico. Esta es la primera vez que Pinochet abandona la casa en la que reside desde que llegó a Chile el pasado 3 de marzo procedente de Londres, donde permaneció detenido durante 503 días, a la espera de una extradición que finalmente denegaron las autoridades británicas.