Manuel Liñán. | JUNTA DE ANDALUCÍA

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El Teatro Alhambra, dependiente de la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte, estrena este fin de semana el espectáculo 'Pie de hierro', del coreógrafo, director y bailaor granadino Manuel Liñán. Serán dos funciones, este viernes y sábado a las 21,00 horas, con las entradas agotadas en ambos casos, según informa la Junta en una nota.

El artista rinde un homenaje a su padre Manuel Arroyo con este montaje rompedor e innovador que, según explica él mismo, es «un duelo, una conversación vehemente con la tradición».

Quizás es lo que este bailaor granadino, libérrimo pero ortodoxo, lleva haciendo desde que decidió que el flamenco debía ser el canal y el medio para expresar y mostrar una personalidad compleja, siempre jugando con la ambigüedad y los corsés que aprietan su deseo de mostrarse tal y como es.

«Quiero dar respuestas a mi inconformidad y generar nuevas preguntas para mi futuro», insiste el coreógrafo, formado en Granada, con Manolete y Mario Maya, pero también con Merche Esmeralda y Rafaela Carrasco en un viaje de ida y vuelta de Andalucía a Madrid que ha sido el camino para encontrarse a sí mismo.

El barrio del Realejo y el Teatro Alhambra son, por cercanía biográfica y por afecto, el hogar de Manuel Liñán, el revolucionario de la bata de cola, y al espacio escénico de Molinos retorna con 'Pie de hierro'. Lo hace con la complicidad del cantaor jerezano David Carpio, con quien lleva años viajando de la mano por los nuevos caminos del flamenco más liberador y sanador.

Víctor Guadiana y Juan Campallo se unen a este desafío en la creación musical, que termina de construir y dar forma a cada uno de los mensajes con los que el coreógrafo granadino conquista al público y doblega las mentes más estrechas.

Manuel Liñán, Premio Nacional de Danza 2017, es un artista de arraigo flamenco que derrocha pureza en sí mismo y en el baile que transmite, que es vida, frescura y pasión. Tras años de investigación hacia nuevas tendencias, este bailaor y coreógrafo se inclina por continuar con la tradición y llevarla hasta un punto insólito entre la genialidad y la simpleza, situándose en la vanguardia flamenca.

Sus espectáculos se caracterizan por un absoluto dominio del espacio escénico y por la capacidad de crear nuevos paradigmas y extraer de ellos el máximo potencial.