Javier Clemente, en una de sus recientes visitas a Mallorca. | Emilio Queirolo

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Javier Clemente Lázaro (Baracaldo, 1950) habla como un aficionado más del Athletic, pero reconoce que le gusta ver los partidos del Mallorca y que se lo pasa muy bien escuchando las ruedas de prensa de Javier Aguirre. Se define como «un amante» de la Isla y si antes veraneaba en Cala Ratjada, ahora viaja tres o cuatro veces al año para jugar al golf en Pula con sus amigos Romeo y Arnau Sala. Espera estar el próximo 6 de abril en las gradas de La Cartuja, aunque a la hora de realizar la entrevista asegura que todavía no ha conseguido ninguna entrada. «Y vosotros, ¿qué? ¿Al final vais a viajar los veinte mil?», pregunta curioso mientras reconoce que seguir la actualidad desde la barrera también tiene sus ventajas. «Ahora me divierto más que antes. Lo veo todo desde fuera y me descojono».

—Lo primero de todo, ¿cómo ve usted la final de Copa y dónde cree que estará la clave del partido?
—Las finales son muy difíciles, todas. A nosotros el Barça nos metió unos cuantos. Pero veo que el Athletic está en un buen momento, de juego y de resultados, y el equipo está con ánimo y con moral. Pero por el otro lado, veo al Mallorca muy mejorado. De la primera parte de las temporada a estos momentos es un equipo más complicado, con más argumentos. Y le pasa como al Athletic, tiene el ánimo muy alto. Juegan con posibilidades. Estuve viéndolos en San Sebastián contra la Real, que era un equipo que andaba bien y traía un buen resultado. Le plantó cara, tuvo ocasiones de gol y defendió con mucho orden y mucho trabajo. Será difícil para ambos. La clave estará en meter goles. La clave del fútbol es esa.

—¿Coincide con quienes dicen que el Athletic parte como favorito?
—¿Por qué? Si se le da por favorito porque está quinto, pues bueno, sí. Pero no siempre el de delante gana los partidos. Una cosa es la teoría, como la del pimiento. Si hace buen tiempo, sale buen pimiento. Pero por la noche te cae una tormenta y te los jode todos. Un partido son noventa minutos y antes puedes ser favorito, pero cuando empieza a rodar el balón, el favorito es el que domina, el que llega, el que chuta y el que mete. El favoritismo está para vosotros, los periodistas. Yo digo eso es teoría pura barata, que no sirve para nada. Y el fútbol es práctica real. Entiendo que el público dé como favorito al Athletic, pero yo como profesional digo que cuidado con eso. Hay que estudiar bien el partido, controlarlo bien u sacar una alineación buena, porque igual hay jugadores que no están en muy buenas condiciones y aunque sean de los mejores a lo mejor no tienen que jugar. Una final es mucho más complicada.

— ¿El hecho de que el Athletic haya perdido tantas finales seguidas cree que puede influir en algo?
—Pues no lo sé. A mí desde luego no me influyen esas cosas, aunque a los que están ahora no lo sé porque no vivo el ambiente del vestuario y no sé si Ernesto (Valverde) y los jugadores tiene esa duda o ese miedo. Yo desde luego que no, a mí no me impresionaba ningún partido ni ninguna final. No tengo miedo a nada dentro de lo que es el mundo del fútbol.

—Me ha dicho que ha visto en directo al Mallorca, ¿que opinión tiene del equipo de Javier Aguirre?
—Me está gustando como equipo. De entrada tiene un entrenador que me gusta mucho, como técnico y en todo lo demás. Y me gusta cuando hace declaraciones a la prensa porque me encanta ese desparpajo mexicano vasco que tiene. Tiene flema. Me gusta mucho Aguirre en todas sus facetas. Y el Mallorca lo que hace, lo sabe hacer bien. Cuando un equipo sabe hacer las cosas los partidos para el rival se complican. El Athletic tiene que saber bien cómo romper el juego del Mallorca. Y el Mallorca, saber cómo acabar con el peligro que tiene el Athletic. Perderá el que más se equivoque. El fútbol es así, no hay más vuelta de hoja. No hay que buscar otras interpretaciones. Que si sacarla de atrás, que si jugar la pelota… Todo eso es muy bonito, pero lo que hace falta es meter goles. Y a poder ser, uno más que el contrario.

—Cuando no van demasiado bien los resultados a Aguirre se le acusa de defensivo y de que sus equipos no juegan bonito. ¿Le suena eso?
—Eso lo he leído en todos los equipos en los que he estado. Siempre pasa igual. Se lo dicen a él y anda que no me lo decían a mí. Mira, yo gané dos Ligas y al año siguiente me echaron por no sacar a un jugador y no ponerlo de titular, cuando el que más sabía quién tenía que jugar o no era yo. Por ejemplo, en la final contra el Barcelona, la última que ganamos, no jugó la teórica figura para público y prensa: Sarabia. Jugó Endika, que marcó el gol, y ganamos la Copa. Y todos tan felices. La temporada siguiente quito a Sarabia faltando un mes porque estaba finiquitado y aguantaba media hora. Le pongo a descansar. Pues se monta un cipitostio y me mandan a la puta calle. Y dices: pero si he hecho lo mismo que en la final de Copa. Nada, que pasamos de blanco a negro. Por eso no hay que hacer ni puto caso a lo que dicen, nada más que a tu criterio.

—Si pudiera apartar de la final a un futbolista del Mallorca, ¿a quién quitaría?
—Te diría uno, pero es que hay varios que creo que son muy buenos. Y que un entrenador y exseleccionador diga a este o el otro es feo. Prefiero hablar del conjunto. Hay algún futbolista que me gusta mucho, aunque no juegue un peñazo en estos momentos, porque me llama la atención por lo que corre, por lo que trabaja. El Mallorca tiene un juego defensivo muy bueno, domina el juego aéreo y eso es peligroso. Y, a su vez, defiende muy bien a balón parado. Son buenos argumentos a tener en cuenta. Ha ganado muchos partidos en faltas y córners. Yo suelo decir que cuando un equipo hace una cosa muy bien, hay que intentar que no la haga. Si le dejas, te ganará.