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Siete meses después, el Mallorca regresa de un desplazamiento sin facturar ningún gol en su equipaje de vuelta. El grupo isleño se quedó sin anotar en el Sánchez Pizjuán veinte jornadas después, la mejor marca en Primera División y que desde anoche ya forma parte de los libros de historia en la máxima categoría.

Jamás en su historia había encadenado tantos encuentros de Liga consecutivos celebrando como mínimo un gol. Su falta de acierto en Sevilla no sólo supuso el final de un récord, sino también encajar la primera derrota de la temporada.

Las ocasiones que no materializaron ni Fernando Varela, en el primer tiempo, ni sobre todo Alhassane Keita en el tramo final, condenaron a un Mallorca que ya conoce el amargo sabor de la derrota.

Si se rompió la racha en el aspecto ofensivo, también se quebró una buena marca desde el punto de vista defensivo. Y es que Dudu Aouate -que se retiró con un esguince de tobillo- encajó sólo en la primera parte el doble de goles que en los tres capítulos anteriores.

El portero israelí era junto a Diego Alves, del Almería, el arquero menos goleado de toda la Primera División hasta el encuentro de ayer. Aouate sólo había un tanto, el que le marcó Rossi en el encuentro disputado en El Madrigal. Sin embargo, ayer recibió dos, merced a los tantos de Squillaci y Perotti.

A pesar de doblar la rodilla en Nervión, el Mallorca puede presumir de presentar los mejores números de la última década al cruzar la cuarta puerta del curso.

Desde aquella campaña 1998-99, con Héctor Cúper en el banquillo, el grupo isleño no sumaba tantos puntos como en el presente campeonato.
Mejor arranque
Así pues, los 7 puntos de 12 posibles, suponen el mejor arranque del Siglo XXI para un Mallorca que el próximo domingo recibe en Son Moix al Real Valladolid con la intención de mantener su extraordinaria racha en su centro de operaciones.

Sólo ha perdido uno de sus 12 últimos partidos en casa (2-3 ante el Villarreal en la última jornada de la pasada campaña) y acumula dos victorias consecutivas (frente a Xerez y Tenerife) con una tarjeta notable: 6 goles marcados y ningún tanto recibido.

Es probable que Gregorio Manzano recurra de nuevo al equipo base, después del experimento realizado ayer en el estadio Sánchez Pizjuán, con nada menos que seis cambios en relación al once diseñado el pasado domingo ante el Tenerife.