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El nuevo proyecto del Real Mallorca abanderado por la familia Martí Mingarro nace bajo la bandera de la «continuidad». Ese al menos es lo poco que se desveló ayer por parte de los nuevos propietarios del club que no entraron en detalles sobre su hoja de ruta. «El planteamiento es dar continuidad a todo lo bueno que ha hecho el actual consejo sin perjuicio a que el nuevo grupo pueda prestar su capacidad de gestión y dirección empresarial para aplicarlo a un modelo deportivo y a sus comportamientos. Como he dicho esta nueva etapa es una continuidad de la anterior y trataremos de que este depegue sea suave y sereno. Queremos entrar en el club con dignidad y responder ante la ciudadanía. Nos presentamos "añadió Luis" con un compromiso de mallorquinismo», comentó el portavoz de la nueva propiedad.

Los periodistas concentrados en la sala de prensa intentaron de casi todas las maneras posibles averiguar qué ha impulsado a Javier Martí a afrontar la venta del club y con qué intenciones. Tampoco se logró conocer nada del posible proyecto deportivo y del 'pulmón' económico que acompaña a su entrada en la entidad. De momento estas inquietudes no tienen respuesta. Habrá que esperar. «Vamos a trabajar con orden "precisó Luis Martí" no hemos entrado en profundidad en según qué cuestiones y muchas cosas de las que preguntan no pueden todavía elevarse a la categoría de noticia», comentó.

Respecto al llamado 'músculo financiero' del que es imprescindible disponer para afrontar una inversión de estas características, el portavoz de la familia Mingarro apuntó que «el músculo ha sido considerado suficiente para poder llevar a cabo la operación. Además la capacidad o no de autofinanciación en el fútbol se marca cada minuto», comentó el Luis Martí Mingarro. «Debemos hacer madurar una buena gestión económica y que ésta a su vez mejore el nivel del club», declaró el portavoz de la nueva propiedad. Javier, a todos los efectos nuevo propietario, no habló ni se le escuchó y no se le escuchará porque el modelo de propiedad será «diferente», según manifestó Tomeu Vidal, el abogado encargado de armar el bloque de las negociaciones entre ambas partes. Vidal dijo también que la familia Mingarro «son de los nuestros» en referencia a que se sienten mallorquines de adopción por los muchos años que llevan vinculados con la Isla. «Son personas muy ligadas a Mallorca, mucho más de lo que la gente puede llegar a pensar y no sólo vienen aquí para disfrutar de sus vacaciones. Es una familia más de mallorquines», dijo el abogado Tomeu Vidal. Ahora Luis y Javier pretenden dar un empujón al area institucional para que esta sea la base de todo lo demás. «Es muy importante crear un estructura sólida para que el club funcione todos los días. Debemos construir bien el club a nivel institucional porque de lo contrario dejaremos el resto al alzar», dijo Luis Martí Mingarro.