Así es la finca de Mallorca en la que Dulceida y Anita Matamoros han disfrutado de una verbena de verano: es la misma en la que se casó Chenoa

La fiesta tuvo lugar en la emblemática finca Comassema, ubicada en el término municipal de Bunyola

A la izquierda Dulceida y Anita Matamoros. A la derecha, la finca durante la celebración de una boda

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Dulceida y Anita Matamoros, junto a decenas de creadores de contenido, han disfrutado estos días de Mallorca. Las influencers han viajado a la isla para acudir de un evento promocional de una conocida tienda online de moda, que ha organizado una verbena en una de las fincas más emblemáticas de la isla. «Una finca preciosa, cenita, gente molona, buena música y mi vestidazo», ha escrito Dulceida junto a un carrusel de imágenes en los que muestra con todo lujo de detalles la celebración. La fiesta tuvo lugar en la emblemática finca Comassema, ubicada en el término municipal de Bunyola, el mismo escenario donde la cantante Chenoa contrajo matrimonio con Miguel Sánchez Encinas en 2022.

Conocida también como Coma-sema o Coma Sema, se encuentra en la región de la Vall d'Orient y representa uno de los enclaves más significativos del patrimonio rural mallorquín. Su nombre, de origen latino, significa 'coma medio partido' y cuenta con documentación histórica desde 1236. Enclavada en plena Serra de Tramuntana, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, esta propiedad combina un privilegiado entorno natural con siglos de historia que la han convertido en un espacio único para celebraciones exclusivas.

Los influencers que participaron en la verbena pudieron disfrutar de un entorno incomparable que cada vez gana más popularidad entre celebridades que buscan espacios con carácter para sus eventos. La finca, que mezcla elementos arquitectónicos tradicionales mallorquines con un cuidado paisajismo mediterráneo, ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su esencia histórica y cultural. La finca presenta estructuras con características propias de fortalezas y castillos medievales, reflejo de su importancia histórica y estratégica en la isla.

Entre sus edificaciones destaca un oratorio del siglo XVIII dedicado a la Virgen del Rosario, que añade un elemento de solemnidad y tradición religiosa al conjunto. Estas construcciones son testimonio vivo de la evolución arquitectónica y cultural de Mallorca a lo largo de los siglos. Desde la conquista de Mallorca, la propiedad ha pasado por manos de ilustres familias locales. Inicialmente perteneció a las familias Eixea, Galiana, Verí y Castrovell, para posteriormente ser adquirida por los Eimeric. Ya en el siglo XIV, pasó a manos de la familia Palou de Comassema, de quienes tomó su nombre actual.

Durante su dilatada historia, la finca ha sido testigo de importantes acontecimientos históricos, incluyendo las revueltas populares del siglo XV y la Guerra de las Germanies. Con el paso del tiempo, la propiedad cambió nuevamente de manos, pasando a la familia Coll y posteriormente a los Fortuny Salas. En la actualidad, Comassema representa un ejemplo sobresaliente de conservación del patrimonio rural mallorquín, manteniendo intacta su esencia mientras se adapta a nuevos usos como la celebración de eventos exclusivos.

Su ubicación privilegiada, con impresionantes vistas al valle de Orient y rodeada de montañas, la convierte en un escenario idílico tanto para bodas como para eventos corporativos o promocionales como el que ha reunido a Dulceida, Anita Matamoros y otros influencers.U no de los elementos más característicos de la finca es La Clastra, un patio abierto y empedrado típico de las casas señoriales mallorquinas. Este espacio, que ofrece unas vistas espectaculares al valle de Orient, constituye el corazón de la propiedad y uno de sus principales atractivos. Su fachada, recubierta de hiedra que cambia de tonalidad según la estación del año, aporta un toque romántico y cambiante que hace que cada evento celebrado allí sea único e irrepetible.

El jardín mediterráneo de Comassema representa otro de sus grandes tesoros. Diseñado con especies autóctonas perfectamente integradas en el paisaje natural de la Serra de Tramuntana, este espacio conjuga la intervención humana con el respeto por el entorno. La fuente empedrada actúa como elemento central de este jardín, creando un punto de encuentro donde la vegetación, la piedra y el agua se combinan en perfecta armonía. La versatilidad de estos espacios permite adaptarlos a diferentes tipos de celebraciones, desde íntimas reuniones familiares hasta grandes eventos corporativos o promocionales.