Refréscate este verano en la única ‘playa’ de agua dulce en Mallorca accesible en transporte público

A pocos kilómetros de Calas de Mallorca, cuanto con servicios de ducha e incluso restaurantes

Su inusual disposición hace que parezca que hayan dos calas en una | Foto: Susanne Wallis-Helmeke

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Si buscas una escapada original y refrescante este verano, existe una cala en Mallorca que reúne características poco frecuentes: aguas tanto dulces como saladas, un acceso sumamente sencillo en transporte público y una oferta de servicios muy completa que atrae tanto a turistas como a residentes locales. Hablamos de una joya costera situada a tan solo 6 kilómetros de Calas de Mallorca, Cala Murada, ideal para quienes quieren descubrir otra faceta del litoral balear.

¿Por qué Cala Murada es diferente?

Cala Murada, con sus 350 metros de longitud y un ancho medio de 35 metros, destaca por su configuración única. Su arena fina y dorada está flanqueada por el torrente d’es Fangar, un curso de agua dulce que se abre paso y desemboca justo antes de encontrarse con el mar. Debido a este fenómeno, la playa parece tener dos orillas distintas: una de agua salada y otra de aguas dulces, separadas apenas por pocos metros. Esta rara disposición la ha convertido en todo un reclamo para quienes buscan rincones insólitos en el litoral español.

Un paraíso bien comunicado

Si bien muchas calas mallorquinas requieren vehículo privado o largos recorridos a pie, Cala Murada es plenamente accesible en autobús. La línea 416 del TIB conecta Manacor con Calas de Mallorca y, desde allí, un breve trayecto te llevará hasta la playa sin complicaciones. Además, la carretera bien señalizada y un amplio parking gratuito facilitan la llegada a quienes optan por otros medios, incluyendo autocaravanas, algo poco común en muchas calas. Esta accesibilidad ha favorecido la afluencia, especialmente de familias y grupos que prefieren no depender del coche durante sus vacaciones.

Además, la cala no solo destaca por su singularidad hídrica, sino también por su nivel de equipamiento. Cuenta con duchas, lavabos, pasarelas adaptadas para personas con movilidad reducida y servicio de socorrismo durante los meses estivales, garantizando seguridad y comodidad. El entorno está salpicado de restaurantes, algunos de ellos casi a pie de arena, donde disfrutar desde desayunos ligeros hasta comidas completas con cocina local y mediterránea. También hay embarcadero, servicios para pescadores y zonas donde el fondeo es autorizado y seguro, ya que la profundidad varía desde los dos hasta los cinco metros, dependiendo de la distancia a la orilla.