Vistas a la playa de S'Illot en un típico día de verano. | Archivo UH

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Esta pequeña bahía, de fina arena blanca, en la que desemboca el Torrent de n'Amer, a cuatro kilómetros de la localidad de Portocristo, recibe el nombre de Cala Moreia, aunque es más conocida como la playa de s'Illot, en referencia a su característico islote a pocos metros de la costa. Sus bonitos alrededores, el encanto que transmite y sus pequeñas dimensiones hacen de s'Illot un punto masificado en los meses de estío por turistas y residentes, por lo que en ocasiones puede resultar difícil encontrar un hueco para plantar la sombrilla.

Alrededor de su extenso arenal, que se extiende entre los municipios de Manacor y Sant Llorenç des Cardassar, separados por el puente que cruza el torrente, proliferan establecimientos hoteleros, fruto de un turismo creciente en las últimas décadas. El primero de los hoteles de la zona lo inauguró en los años cincuenta Pere Caldentey, portero del Futbol Club Barcelona entre 1952 y 1955. Además del bullicio turístico propio de los meses de verano, en las inmediaciones de la playa, en su margen occidental, encontramos un pequeño muelle en el que se alojan barcas de pescadores aficionados. Otra de las atracciones del lugar que visitar tras un día de playa es el poblado talayótico homónimo, datado del año 1100 a-C y declarado Monumento Nacional en 1964.

La playa es ideal para quien quiera huir de la capital mallorquina, pues se encuentra a una hora de esta por carretera. El acceso de este modo es sencillo, por la Ma-15, siguiendo las indicaciones viales. También se puede optar por el transporte público, pues a escasos 50 metros se ubica una parada del TIB. Si se parte desde la Estación Intermodal de Palma, se deberá coger la línea 401, sin necesidad de transbordos.

Características

Servicios de socorrismo: Sí.
¿Se puede llegar en transporte público? Sí, a través de la L401 del TIB.
Bares y restaurantes cercanos: Sí.