La propuesta de hoy es ideal para este final de verano porque supone un primer entreno para el invierno. De una forma sencilla nos permitirá empezar a poner a tono las piernas y disfrutar de un entorno histórico y patrimonial de primer orden. El Puig de Maria (330 m.) es una de las montañas espirituales de referencia de la Isla.
Duración: 1’30 h. Dificultad: Baja. Equipo: Buen calzado, agua y protección solar. Agua: Sí (cima). Ayuda: Mapa Tramuntana Norte (editorial Alpina).
➡ Inicio
Empezamos a caminar en Pollença, concretamente en el refugio del Pont Romà, situado en el inicio del Camí Vell de Lluc. A pocos metros se sitúa el Pont Romà (o Pont de Cubelles), que pese a la denominación la estructura actual es de época medieval.
➡ Carretera Ma-2200
Seguimos por la calle de l’Horta, llegamos a la plaza Mayor y después seguimos por las calles Antoni Maura, Guillem Cifre de Colonya y Puig de Maria, donde aparecerán los primeros carteles de madera. Desde aquí saldremos a la carretera principal, que hay que atravesar con sumo cuidado.
El primer tramo de la ascensión está asfaltado. Al principio deja de lado unos interesantes conjuntos abancalados para, más adelante, introducirse en un espeso encinar. El camino describe una docena de curvas, siempre en constante ascenso. Entre los árboles podremos contemplar las primeras vistas de Pollença.
Tras la carretera arranca el camino que nos llevará hasta la cima del Puig de Maria, uno de los centros espirituales de la Isla.
➡ Camino viejo
Después de haber caminado una media hora, el camino carretero acaba y aparece un tramo del trazado viejo, que conserva un magnífico empedrado. Pronto llegaremos a una bifurcación, por donde vale la pena seguir a la izquierda para visitar el Clot de la Mare de Déu. Según cuenta la tradición, en este lugar apareció la imagen de la virgen que hoy en día se venera en la iglesia del santuario. También podremos verlos restos de un molino.
➡ Santuario del Puig de Maria
La historia de este centro espiritual arranca en 1348, cuando el obispo de Mallorca autorizó la construcción de una capilla en su cima. Una vez convertido en monasterio, el lugar vivió en esplendor hasta el siglo XVI, cuando fue cerrado. En los siglos XVIII y XIX se hicieron importantes reformas. Hasta el año 1967 aquí vivió una comunidad de ermitaños y actualmente mantienen el conjunto unos donados. Los elementos más antiguos son la torre de defensa yelrefectorio.
➡ Descenso
El camino arranca frente a la iglesia, que en pocos metros conecta con la desviación que hemos utilizado anteriormente para acceder al Clot de la Mare de Déu.
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