En esta entrega proponemos una sencilla ruta hasta Cala Bóquer, una de las radas más bellas y abruptas del norte de la isla. Para ello, deberemos realizar una breve caminata por el valle homónimo, que se abre entre las sierras del Cavall Bernat y El Morral. Un itinerario que en verano obliga a un buen chapuzón en una de las calas más atractivas de nuestro litoral.
Duración: 1 h 40 min. (ida y vuelta). Dificultad: Baja. Equipo: Zapato cómodo y sombrero. Agua: No (fuente no fiable). Ayuda : Mapa Caps del Nord (Alpina).
Empezamos a caminar en el Port de Pollença, concretamente en la Urbanización de Bóquer, situada bajo la possessió . Desde aquí tomamos el camino que lleva hasta las casas de Bóquer.
➡ Bóquer
Tras una breve cuesta llegamos a las casas de la possessió de Bóquer, cuyo topónimo es de origen preromano y con el que también se designa el poblado pretalayótico situado al oeste de la finca. A finales del siglo XIX la propiedad pasó a manos de la familia del músico local Miquel Capllonch iRotger.
➡ Horno de cal
Al otro extremo de la terraza de las casas de Bóquer veremos una barrera por donde continuamos la ruta. El camino es carretero y remonta una ligera pendiente que nos llevará a una zona con peñascos. Aquí se ha practicado la modalidad de escalada llamada búlder. Una vez pasada esta zona, veremos a la izquierda un viejo horno de cal. Desde aquí podremos contemplar en todo su esplendor la sierra del Cavall Bernat, una de las más imponentes de nuestra geografía. A sus pies, y hasta una considerable altitud, aún se pueden distinguir primitivos bancales.
El descenso a Cala Bóquer se realiza a través de un entramado de senderos. Al fondo, las estribaciones de Formentor.
El camino avanza bien delimitado y sin prácticamente desnivel. A nuestra, derecha podremos disfrutar también de las vista de El Morral, que se alza imperioso sobre nuestra llanura. Más adelante llegaremos a una pared de mampostería y a su izquierda veremos los restos de las Cases de la Vall.
➡ Fuente
A partir de este punto, el camino se hace más y más estrecho. La vegetación se muestra cada vez más propia del litoral. El sendero principal (a partir de este momento aparecerán múltiples variantes) pasa junto a una pequeña fuente, cuya agua es potable, aunque no siempre mana.
➡ Cala Bóquer
Seguimos por el camino principal (el más marcado y lógico), que nos llevará hasta el borde del mar. El panorama y las aguas pagan cualquier esfuerzo. A la izquierda, la Punta Troneta o Punta Salada, que en 1949 fue dinamitada. Al otro lado, El Colomer, el Pal y los últimos acantilados de Formentor.
Una excursión magnífica. Fácil y de tiempo inferior a dos horas, baño incluido. Sin duda hay que hacerla siendo respetuoso con la propiedad privada y con el entorno. Los restos que normalmente se encuentran en el borde del mar son una prueba del efecto humano sobre la naturaleza, para avergonzarse del uso abusivo e incontrolado del plástico.
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Una excursión magnífica. Fácil y de tiempo inferior a dos horas, baño incluido. Sin duda hay que hacerla siendo respetuoso con la propiedad privada y con el entorno. Los restos que normalmente se encuentran en el borde del mar son una prueba del efecto humano sobre la naturaleza, para avergonzarse del uso abusivo e incontrolado del plástico.