Su paisaje rural, el núcleo urbano y su gente muestran todavía muchos aspectos de la Mallorca genuina y tradicional, hoy en día ya perdidos o desvirtuados en muchos otros lugares de la Isla.

TW

El municipio de Petra es uno de los más representativos de la denominada Mallorca interior. Su paisaje rural, el núcleo urbano y su gente muestran todavía muchos aspectos de la Mallorca genuina y tradicional, hoy en día ya perdidos o desvirtuados en muchos otros lugares de la Isla. Un paseo por las antiguas calles del pueblo o por los numerosos caminos rurales del término permitirá conocer bellos lugares y parajes llenos de naturaleza, historia y patrimonio. La visita aún será más gratificante si uno aprovecha para disfrutar de la oferta gastronómica y productos típicos o de sus fiestas tradicionales.

La geografía y sus itinerarios
El término de Petra se sitúa ligeramente hacia la parte Noreste de la isla de Mallorca, en la comarca del Pla. Tiene una extensión de 6.930 ha. Su territorio ofrece un paisaje muy diverso, tanto en la orografía, como en la geología o vegetación. Se configuran tres zonas bien diferenciadas: El Puig de Bonany, la llanura central y la Marina. Al Sureste el monte de Bonany representa la cota máxima, 317 m. En sus laderas, donde puede aflorar la piedra viva, se alternan zonas de cultivos de frutales de secano (algarrobo, higuera y almendro), con ruedos de pinares y algún encinar.

La llanura central es realmente una zona con anchos valles y colinas, con tierras grasas y arcillosas. La casi totalidad de las tierras son cultivadas, dedicadas especialmente a los cereales, si bien todavía encuentran frutales de secano y viñedos, tiempo atrás más abundantes. En el centro de esta zona se encuentra el pueblo, el único núcleo urbano. Este se edifica en la ligera elevación que separa las zonas drenadas por los dos torrentes que atraviesan el término. Estos dos torrentes son: el de Petra (o desde Lavaderos) y el de sa Valleta (o de na Borges), que discurren de Suroeste a Noreste, en dirección a la bahía de Alcudia.


La Marina se extiende por toda la parte Noreste del término. Se trata de una extensa meseta de terrenos cuaternarios, de call rojo y piedra arenisca. Las áreas de labrantío alternan con grandes extensiones de monte. En la mole de Son Monserrat se encuentra la segunda altura más destacada del término, 194 m. En el levante se abre una cerrada valle por donde pasa el torrente de sa Valleta. Encontramos una orografía accidentada, con pronunciados barrancos y acantilados. Las fértiles e irrigadas tierras de los fondos de este valle contrastan con la austeridad de las tierras de la Marina. En los márgenes del torrente abundan los bosques de ribera (piojos y olmos) y otra vegetación propia de las zonas de humedal, especialmente los cañaverales.

Todo el término municipal está atravesado por una extensa red de caminos rurales, los cuales ofrecen la posibilidad de pasear a pie o en bicicleta disfrutando de la tranquilidad y la belleza de su paisaje. Desde el punto de vista paisajístico y naturalístico, destacan especialmente la zona del monte de Bonany (donde hay una serie de itinerarios señalizados) y la de sa Marina, junto con el valle del torrente de sa Valleta.

Las personas

Actualmente Petra tiene unos 3000 habitantes. Tradicionalmente la mayoría de la población ha vivido de la agricultura y ganadería. Ahora la mayor parte de los trabajadores se dedica al sector terciario. Entre otras actividades económicas, destacan la carpintería, la producción vitivinícola, la fabricación de materiales de construcción y la explotación geológica (arenisca, tierra de alfarero y grava), o la fabricación de maquinaria agrícola. La vida en el pueblo aún conserva la tranquilidad, la comodidad y la humanidad propia de los pequeños núcleos donde todo el mundo se conoce. A la vez, el pueblo ofrece una gran oferta de pequeños comienzos, empresas e industrias familiares. También cuenta con una gran variedad de asociaciones y entidades sociales, culturales y deportivas muy activas.

La historia y algunos de los hijos destacados

Numerosos yacimientos arqueológicos esparcidos por todo el término testimonian la presencia del hombre a lo largo de la prehistoria y en la época romana. Durante la dominación musulmana que comienza a principios del siglo X de nuestra era, el término de Petra formaba parte del distrito Yitnau-Bitra. Entonces el término estaba distribuido en alquerías. En 1230 se produce la conquista catalana y comienza el periodo cristiano. En el reparto de las tierras de la isla de Mallorca, las tierras de Petra (nombre que deriva del antiguo topónimo musulmán de Bitra) pasarán a la parte del Rey Jaume I. Pocos años después ya está documentada la parroquia de Petra, bajo la advocación de San Pedro.

El hijo del Conquistador, Jaume II, será el que fundará el pueblo de Petra, en el contexto de las Ordenanzas dictadas en 1300 para la creación y dotación de villas en la Part Forana de Mallorca. Parece que Petra fue uno de los casos en que mejor se aplicaran las directrices generales de las Ordenanzas. Se planificó un núcleo urbano en cuadrícula y dotado de las infraestructuras y servicios necesarios para que se establecieran unos 100 pobladores. A cada uno se le entregaba un traste para construir la casa, cinco cuarteradas de tierras de cultivo y diez de tierras comunales de monte. El resto del término quedará básicamente organizada en grandes propiedades, las posesiones.

Casi todas estas posesiones a principios del siglo XVI ya habrán pasado a manos de señores ciudadanos y nobles, la mayoría de los cuales las poseerán hasta finales del XIX y principios del Siglo XX, en que buena parte de ellas serán establecidas.
Desde finales de la Edad Media se desarrollan dentro del término dos territorios feudales, dos caballerías (después convertidos en marquesados): la de Ariany y la de San Martín de Alanzell. En cada una de ellas se desarrollará un núcleo de población. En Ariany ya existía una alquería en época Islámica. En San Martín, será su propietario lo que a principios del XVII promoverá la creación del núcleo de Vilafranca. Con el paso de los siglos, a ambos núcleos se creará una parroquia. Los dos territorios acabarán segregándose de Petra. Vilafranca se convierte en municipio a mediados del siglo XIX y Ariany en 1982.

Entre los personajes ilustres destacan: el Beato Junípero Serra (misionero evangelizador de California), Fray Miguel de Petra (Capuchino, figura capital de la Ilustración mallorquina), Guillem Moragues (político), o los difusores de la historia y patrimonio petrer, como Padre Francisco Torrrens, Miquel Ramis o Sebastià Rubí.

El patrimonio cultural, las ferias, fiestas y tradiciones

En cuanto a monumentos y lugares relevantes, cabe destacar el casco antiguo del pueblo, que está declarado Bien de Interés Cultural, tanto por su valor histórico y urbanístico como por el conjunto de construcciones tradicionales y monumentos. Entre los monumentos destacan los edificios religiosos de la Iglesia parroquial de San Pedro (de estilo gótico tardío) y el Convento de San Bernardino (de estilo renacentista y barroco). Otros edificios de interés son el antiguo Convento de las Monjas (actualmente destinado a Centro de Día ya otros servicios a la comunidad), la Sala (Antiguo hospital, después Casas Consistoriales), la antigua Estación del Tren, las Escuelas Viejas ( actualmente oficinas Municipales), el antiguo Cuartel de la Gaurdia Civil (ahora Teatro Municipal y escuela de música), la pescadería, etc. Igualmente hay que destacar los espacios que recuerdan la figura de Junípero Serra, como son su casa principal y el Museo, o el monumento levantado en la plaza que lleva su nombre. Por otra parte, aún se conservan muchos ejemplos de casas tradicionales y otras construcciones de gran valor etnológico: molinos harineros, bodegas (como los de Ca'n Casta o el de Son Caló), etc.

Fuera del pueblo, destacan el Santuario de Bonany, los yacimientos arqueológicos de la prehistoria (Son Homar, Termenor, cueva de los Buitres, etc.) y el patrimonio etnológico: casas de posesión (como son Santandreu, son Gurges, Es Pujol, Son Mieres o ses Cabanasses, entre otros), casas de campo, casetas, barracas, fuentes, norias, pozos, etc.

El pueblo de Petra tiene como patrona a Santa Praxedis, en honor de la que se celebra la fiesta el 21 de julio. También destacan las fiestas populares que se hacen por San Antonio Abad (días 16 y 17 de enero), por la Virgen de los Ángeles (finales de julio y principios de agosto) y, en septiembre, en honor al Padre Serra. El día de la feria es el sábado del tercer domingo de septiembre; cada miércoles se celebra el mercado y el cuarto domingo de octubre se realiza la Muestra de Arte y Empresa.