Un topper no sirve para prolongar la vida útil de un colchón viejo. | Jaymantri

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Un cubrecolchón, como su nombre indica, se coloca encima del colchón y ofrece unos centímetros adicionales de material (normalmente entre 3 cm y 8 cm) con la intención de hacer que la experiencia de dormir sea más cómoda. Los también llamados toppers pueden estar hechos de viscoelástica, pluma/plumón, microfibra, poliéster o materiales más naturales como lana o algodón. Un topper o cubrecolchón puede ser una solución económica, aunque temporal, al problema de un colchón poco cómodo. Si no estás satisfecho con lo suave o firme que se siente tu colchón, pero no quieres comprar uno nuevo un topper puede ser una solución rentable, pero debes probarlo antes de decidirte.

Las pruebas de otras organizaciones de consumidores han encontrado que un cubrecolchón no ofrecerá ningún soporte adicional para el cuerpo, pero puede mejorar la distribución de la presión en algunos casos, como por ejemplo, si tienes un colchón demasiado firme o delgado, ofreciendo una experiencia más cómoda. La mayoría de los toppers aportan una sensación suave y están destinados a agregar amortiguación a un colchón firme; pero algunos toppers son más firmes y están destinados a colchones que se sienten demasiado blandos.

Los toppers también pueden ser excelentes adiciones para las habitaciones de invitados, especialmente si los visitantes que pasan la noche duermen en sofás plegables, futones y otras superficies que suelen ser incómodas. Otra opción para los invitados son los colchones hinchables. Sin embargo, si tu colchón ya está hundido, los muelles están dañados o se ha ablandado mucho con el tiempo, es posible que un cubrecolchón no aporte mucha diferencia.

Tipos de cubrecolchones

Hay cuatro tipos principales de cubrecolchones, y cada uno tiene unas características diversas y un precios también diferente. Así, hay viscoelásticos (50-125 euros), de pluma y plumón (120-400 euros), microfibra (30-60 euros) y látex (100-250 euros). Además, en el mercado también encontrarás otros toppers elaborados con materiales más naturales, como la lana (120-500 euros) o el algodón (30-70 euros). Al igual que con los colchones, cada tipo de cubrecolchón ofrece una experiencia diferente. Los de plumón se sienten suaves, lujosos y acogedores, mientras que los de espuma viscoelástica son firmes y esponjosos y pueden sentirse más cálidos. Te contamos las características de cada uno de ellos.

¿Cómo elegir un cubrecolchón?

Los cubrecolchones pueden ayudarte a ajustar la sensación del colchón, en especial, para hacerlo más suave. Puedes elegir entre una amplia selección de modelos que varían según el material, el grosor, la firmeza, el precio y el rendimiento general. El mejor topper para ti dependerá completamente de tus necesidades y preferencias personales. Debes juzgar diferentes materiales y modelos de cubrecolchones de la misma manera que lo haces para un colchón nuevo. Los factores importantes incluyen la sensación térmica, la suavidad y el confort.

Los cubrecolchones pueden ayudarte a ajustar la sensación del colchón, en especial, para hacerlo más suave. Puedes elegir entre una amplia selección de modelos que varían según el material, el grosor, la firmeza, el precio y el rendimiento general.