El retinol es un cosmético que estimula la producción de colágeno y ácido hialurónico. | Pexels

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El retinol está de moda. Seguro que alguna amiga te ha hablado de él, o quizá ya lo usas o estás pensando en hacerlo. Sea cual sea la situación se ha convertido en la nueva pócima antiedad a la que todo el mundo quiere recurrir para lucir un rostro lleno de luz y sin arrugas este verano. Sin embargo, a la hora de empezar a usarlo estos meses de calor hay que tener en cuenta algunas contraindicaciones, como por ejemplo, que algunos cosméticos producen fotosensibilización.

El retinol es un activo cosmético derivado de la vitamina A utilizado cada vez más en ciertos productos gracias a su efecto anti envejecimiento. Su eficacia ha sido demostrada a través de estudios clínicos que investigan cómo combatir eficazmente las causas subyacentes del envejecimiento de la piel, incluyendo la estimulación de la producción de procolágeno, el aumento de la proliferación celular y la inhibición de metaloproteinasas. El retinol no se encuentra presente en nuestra piel de forma natural, como sí lo hace el ácido retinoico. Esta forma es la que nuestro cuerpo es capaz de reconocer como propia y que, por tanto, puede absorber y utilizar. Así, el retinol tiene que convertirse en ácido retinoico al entrar en contacto con nuestra piel.

Los cosméticos con retinol mejoran la función barrera de la epidermis y ejercen de antiarrugas, pues favorecen las síntesis de colágeno y minimizan la pérdida de agua transepidérmica. De esta forma estimulan también la producción de ácido hialurónico y fibras elásticas, lo que da como resultado una atenuación de las arrugas finas y manchas de la edad. Asimismo, mejoran la textura de la piel, la firmeza y la elasticidad, al mismo tiempo que reducen las arrugas más profundas. Este activo también ayuda a controlar las pieles con tendencia acneica y a reducir las manchas o hiperpigpmentaciones.

¿Cómo empezar a usar retinol?

Lo ideal al comenzar a usar retinol es hacerlo progresivamente. Si no se aplica de acuerdo a la tolerancia de la piel puede producir rojez, sequedad o irritación, entre otras reacciones. Estas no son perjudiciales, pero pueden resultar incómodas, por lo que lo mejor es ir creando tolerancia poco a poco. Con el fin de facilitar el proceso de adaptación al retinol debemos mantener la piel hidratada y sentirla confortable en todo momento.

¿Se puede usar en verano?

El único problema que presenta el retinol es el de las reacciones mencionadas anteriormente, que pueden agravarse en verano debido a la sal marina, el cloro de las piscinas o el sudor, entre otros factores. No obstante, tu piel no experimentará ningún cambio si ya está acostumbrada al tratamiento, por lo que podrás seguir usándolo sin ningún problema. Recuerda la importancia de aplicarte protección solar que proteja frente a las cuatro radiaciones (UVB, UVA, Visible e IR) todos los días, así como aplicarla varias veces durante el día. Si por el contrario todavía no has empezado con el retinol, lo ideal es que aplaces su aplicación hasta después del verano.

¿Con qué no debo mezclar nunca el retinol?

La respuesta es sencilla: con nada. El retinol es quizá uno de los compuestos más complejos y delicados para usar, ya que tu piel debe ser bastante resistente y siempre debe usarse bajo supervisión de un dermatólogo. Los compuestos que jamás debes mezclar con retinol son: Vitamina C, BHA (ácido salicílico), AHA’s (alfa hidroxiáxidos) ni peroxido de benzoilo. Mezclarlos podría generar irritaciones, reacciones acnéicas y descamación de la piel.