La mayoría de los españoles sufren alteraciones físicas y psicológicas en su vuelta a la rutina tras las vacaciones.

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Suena el despertador. Primer día de trabajo después de semanas: ducha, desayuno, atasco, aparcar. Y llega el momento: enciende el ordenador y miles de correos te esperan. Los bostezos y el cansancio no tardan en llegar. Todo mal. Estás sufriendo en tus propias carnes el conocido síndrome postvacacional.

A pesar de que los expertos no tienen una unanimidad sobre ello, es cierto que la mayoría de personas sufren alteraciones físicas y psicológicas al regresar a la rutina después de semanas de descanso. El contraste de los días desconexión, caracterizado por una mayor flexibilidad, choca con el regreso a la vida laboral determinada por la rutina horaria. Esta adaptación es en ocasiones traumática y provoca consecuencias tanto físicas y emocionales a muchas personas.

El síndrome postvacacional suele afectar mayoritariamente a personas jóvenes, menores de 45 años. También pueden aparecer en niños ocasionados por la vuelta al colegio, aunque de forma menos frecuente.

Aunque tampoco es necesario que al volver de las vacaciones parezca que has salido de la factoría de Mr.Wonderful, sí existen algunas pautas para poder llevarlo de manera más positiva. Estos son algunos consejos para hacer frente a la vuelta a la rutina (y no morir en el intento):

- Retomar la rutina de forma gradual. Los expertos aconsejan no alargar las vacaciones hasta el día anterior de empezar a trabajar. Se recomienda volver de vacaciones un par de días antes para que la adaptación a la rutina sea más paulatina y, si es posible, evitar regresar al trabajo de lunes para no tener toda la semana por delante.

- Incluir actividades satisfactorias a la salida del trabajo. Introducir en la agenda alguna queda con amigos o que esté asociada la 'placer' ayudará a notar de forma brusca los cambios.

- Mantener un horario laboral sensato.

- Relativizar. Saber que trabajo es trabajo y no llevarlo más allá ayudará a enfocar el regreso de forma más relajada.

- Dormir bien. Recuperar una rutina de sueño acorde con el horario laboral es indispensable para estar bien descansado durante la jornada.

- Buenos hábitos. Mantener una rutina de alimentación equilibrada y practicar deporte ayudará a rebajar los niveles de estrés.

- Prohibido autosugestionarse. No ahondar en los sentimientos negativos o en lo mal que te sientes por haber dejado las vacaciones atrás es una forma de afrontar las cosas de mejor manera y adaptarse más rápido.

- Llevarlo con humor. Intentar ver la parte positiva es una forma de adaptarse a las nuevas situaciones sin mayor problema.