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Los corredores, utilizar tacones a diario, estar demasiado tiempo de pie... Existen muchas circunstancias que pueden provocar dolor en el pie. Pero, a pesar de que las causas pueden ser distintas, cuando aparece cerca de los dedos puede que estemos ante un caso de metatarsalgia. ¿Qué supone esto?

La metatarsalgia es un dolor que surge cerca de los dedos del pie. Si bien no es nada grave, puede afectar a la vida diaria debido al dolor constante que aparece en la zona. Además, como este se produce cerca de los dedos, justo donde se apoya el pie al avanzar cuando caminamos, este dolor puede incrementarse.

Las personas que trabajan de pie pueden tener dificultades para aguantar el dolor. Si además utilizan tacones, el problema aumenta. Pues, como explica el Consejo General de Colegios Oficiales de Podólogos de España (CGCOP), «con el zapato de tacón la carga en el antepié pasa del 33 al 83%, con lo que la presión máxima casi se triplica y la presión media, dato más significativo, se duplica».

El dolor por metatarsalgia se produce cerca de los dedos, es decir, justo detrás de los dedos de los pies. Es un dolor que suele empeorar cuando se hace ejercicio, hay que ponerse de pie o, incluso, si se camina descalzo. Además, aunque mejore al no hacer estas actividades, el dolor continúa presente.

En algunos casos, este dolor en el pie puede estar acompañado de hormigueo y entumecimiento. También, puede generar la incómoda sensación de tener una piedra en el zapato, cuando esto no es verdad. Todo esto, afecta a la vida diaria y es fundamental ponerse en manos de un podólogo para resolver el problema.

El uso de tacones, practicar deportes de alto impacto, tener sobrepeso o algún problema en el pie (callos, dedo de martillo, etc.) son algunas de las razones que pueden hacer que la metatarsalgia aparezca. Por eso, conviene prevenir que este problema surja gracias a algunos consejos que brinca el CGCOP.

Si se practican deportes de alto impacto, realizar baños de agua fría, mantener los pies en alto o explorar los pies para descubrir alguna lesión es importante para prevenir la aparición de la metatarsalgia. Cuanto antes se detecte, mejor.

En el caso de que sean los zapatos de tacón los responsables de la metatarsalgia, el CGCOP aconseja un tacón que no supere los 4 cm, comprobar que la suela sea de goma y hacer el esfuerzo de no cargar todo el peso en el pie optando por sentarse o apoyarse de vez en cuando.

Si son las lesiones como los callos las que favorecen la aparición de la metatarsalgia, conviene acudir al podólogo con frecuencia y no esperar a que estas empeoren, pues el riesgo de que aparezca este dolor en el pie aumenta.

Descansar, aplicar hielo en la parte afectada y cambiar de calzado, así como adquirir buenos hábitos, será importante para tratar este dolor en el pie una vez aparezca. Cuidar los pies desde siempre es la mejor manera de prevenir la metatarsalgia que puede provocar cojera por el punzante dolor que causa.