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Cuando a una persona le cuesta respirar, es fundamental tener unos conocimientos básicos de primeros auxilios para saber qué hacer ante esta situación. Es normal que nos pongamos nerviosos e, incluso, que nos bloqueemos. Por eso, conocer los pasos que debemos dar ante esta circunstancia es vital. Podríamos salvar la vida de la otra persona.

La dificultad para respirar puede tener causas muy diversas. En algunos casos puede ser debido al asma, bronquitis crónica o neumonía. Sin embargo, esta también puede surgir debido a un cuerpo extraño en la vía respiratoria o porque la persona está teniendo un ataque cardíaco.

Es fundamental que ante esta situación mantengamos la calma y llamemos cuanto antes a emergencias (112). Si podemos poner la llamada en manos libres mientras llevamos a cabo los primeros auxilios, mejor. No sabemos si la dificultad respiratoria puede poner en riesgo la vida de la persona, por lo tanto, por precaución, estas son algunas acciones que podemos hacer.

El Proyecto Corazones Protegidos y la Guía de Primeros Auxilios de SAMUR brindan algunas recomendaciones que pueden ayudar a la persona que está teniendo una dificultad respiratoria. Ambos recomiendan que se llame al teléfono de emergencias cuanto antes, pues puede que tarden en llegar.

El primer consejo es aflojar las prendas de la persona a la que le está costando respirar. Esto es importante, sobre todo, con aquellas prendas que se encuentren "a nivel de cuello y cintura", como explica el SAMUR. Una vez esto se ha hecho, se puede continuar con los primeros auxilios.

El segundo consejo es revisar sus vías respiratorias para cerciorarnos de que no hay nada que las esté obstruyendo. Si así es, conviene realizar la maniobra de Heimlich para que el cuerpo extraño pueda salir y que la persona vuelva a respirar. Suele ser una maniobra muy eficaz en casos de atragantamiento.

El tercer consejo es que si la persona con dificultad para respirar tiene algún inhalador u oxígeno en su hogar, lo utilicemos. Tal vez está sufriendo una crisis de asma y estos productos le ayudarán a recuperarse. Conviene controlar la respiración, observar si hay ruidos o pitidos, si se acompaña de tos...

El cuarto consejo debe ser identificar si la respiración es muy débil y si el pulso es difícil de obtener. En estos casos, y tras haber hecho lo anterior, hay que iniciar las técnicas de reanimación cardiopulmonar. Para esto, se deben seguir las indicaciones que hace la Fundación del Corazón:

El quinto consejo es tapar cualquier herida en el cuello que pueda ser la razón de la dificultad para respirar. El Proyecto Corazones Protegidos indica que «si nos encontramos con una herida abierta en el pecho que “succiona” colocaremos un vendaje con plástico o compresas con vaselina, sellando la herida, pero dejando abierta una esquina». Esto permitirá la salida del aire.

Ante todos los consejos mencionados, la primera acción es llamar de inmediato a urgencias para que la ambulancia pueda ponerse en camino cuanto antes. Así, mientras nosotros podemos aplicar las recomendaciones expuestas y conseguir que el estado de la persona mejore levemente hasta que llegue la ayuda.

Seguir los consejos expuestos permitirá atender la dificultad respiratoria en una persona a la que no sabemos qué le está pasando. Como mencionábamos al principio, mantener la calma es esencial. Esto hará que no nos saltemos ningún paso y que los hagamos correctamente, sobre todo, si tenemos que realizar la maniobra de Heimlich o las técnicas de reanimación cardiopulmonar.