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El uso prolongado de las pantallas hace que los niños, desde muy pequeños, comiencen a tener problemas en la vista. Sin embargo, muchas veces no son capaces de identificar y expresar que no están viendo bien. Para eso, hay algunas señales que pueden indicarte que tu hijo no ve bien y, así, podrás llevarlo a que le revisen sus ojos cuanto antes.

¿Por qué es tan importante saber si ve bien o no? Porque la vista tiene un papel clave en la relación con el entorno y el aprendizaje de los más pequeños. Por eso, la Fundación Afflelou explica que hay cuatro señales que no deben pasar desapercibidas y que requieren de una revisión ocular lo antes posible.

Una de las primeras señales que pueden indicarte que tu hijo no ve bien es el parpadeo excesivo. Aunque esto puede ser una manía o un tic, debes observar si tu hijo, además, se frota mucho los ojos. Esto puede alertar sobre un problema de sequedad ocular que provoca irritación y, por ello, el parpadeo.

Lo que se hace al parpadear en exceso es lubricar el ojo para combatir esa sequedad que provoca malestar y picor. Esto puede alertar de un problema de miopía, hipermetropía o astigmatismo. Incluso, del estrabismo como indica la Academia Americana de Oftalmología (AAO).

Otra de las señales que pueden indicarte que tu hijo no ve bien es cuando se acerca mucho a las pantallas, a los libros o a cualquier otro elemento. Este es un claro indicativo de que muy probablemente tu hijo sufre miopía y no ve bien de lejos. Ante esto, conviene hacer una revisión de la vista lo antes posible.

Además, acercarse mucho a las pantallas durante un periodo de tiempo prolongado puede empeorar la miopía. Por eso, cuando antes puedas llevar a tu hijo a una revisión, mucho mejor. Con todo, una vez el problema esté corregido presta atención a si acercarse a las pantallas se ha convertido en un hábito.

Una tercera de las señales que pueden indicarte que tu hijo no ve bien es si le cuesta hacer sus deberes. ¿Esto quiere decir que se distrae? No, pero puede que se salte líneas cuando esté leyendo un texto, lo que dificulta su comprensión. Esto puede alertar sobre un problema de hipermetropía.

También, presta atención a si cuando pinta un dibujo se sale de los límites o si al escribir se salta líneas. La Fundación Afflelou explica que "los problemas visuales no diagnosticados están detrás de un 30% de los casos de fracaso escolar según un estudio de Visión y vida". Por eso, deben solucionarse cuanto antes.

Los dolores de cabeza también pueden indicarte que tu hijo no ve bien. Si después de estar leyendo un libro o concentrado con sus deberes siempre tiene molestias en la cabeza, puede haber un problema en la vista. Pero, debes prestar atención a otras señales.

La sensibilidad a la luz o torcer la cabeza al escribir pueden ser indicios de que algo no va bien. Llevar a tu hijo a que le revisen los ojos una vez al año y adquirir buenos hábitos (no estar demasiado tiempo ante las pantallas y mantener una distancia prudente) ayudará a evitar los problemas en la vista que, cada vez, son más frecuentes entre la población infantil.