'Jaia Corema', la historia desconocida de la abuela a la que los niños de Mallorca le arrancan una pierna cada viernes

Esta figura representa las semanas de abstinencia y penitencia, una costumbre que perdura desde hace siglos

Cada viernes se le retira una pierna a la Jaia Corema | Foto: M. Morro

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La tradición de Sa Jaia Corema constituye uno de los rituales más emblemáticos de la Cuaresma en las Islas Baleares, especialmente en Mallorca, donde esta peculiar figura ha acompañado a generaciones de familias durante el período de abstinencia y reflexión previo a la Semana Santa.

Esta singular costumbre consiste en colgar en las cocinas y comedores mallorquines la representación de una anciana, confeccionada en papel, cartón o madera pintada, que porta elementos tan simbólicos como un bacalao y un manojo de zanahorias. Lo más característico de esta figura son sus siete piernas y siete dientes, que simbolizan las siete semanas de Cuaresma.

El ritual comienza el primer día de Cuaresma, cuando las familias cuelgan a Sa Jaia en un lugar visible del hogar. Cada viernes, siguiendo una tradición que marca el paso del tiempo cuaresmal, se procede a cortar una de sus piernas, representando así el avance hacia la Pascua. A mitad del período, específicamente el jueves de la cuarta semana, tiene lugar un momento especialmente significativo: la ceremonia de la Jaia Serrada.

La tradición en la plaza pública

Según documenta Mn. Alcover, citando a Pere d'Alcàntara Penya, esta costumbre trascendía el ámbito doméstico y se convertía en un espectáculo público en la Plaza de Cort de Palma. El verdugo y su ayudante, conocido como 'mataratas', protagonizaban una representación en la que serraban una versión de tamaño natural de Sa Jaia, confeccionada con paja y retales, ante la mirada divertida de los ciudadanos.

Luis Fábregas añade detalles significativos sobre la representación, como la presencia de una palangana sobre la falda de la anciana, conteniendo verduras y pescado, alimentos típicos de la Cuaresma. Esta figura no solo marcaba el tiempo, sino que también recordaba las restricciones alimentarias del período penitencial.

El final del período cuaresmal

El ritual concluye el Sábado de Pascua, cuando la figura, ya sin piernas, es retirada o quemada, simbolizando el fin del período de abstinencia. Como refleja la canción popular mallorquina: 'Sa Corema ja es pasada; Mare de Déu que no torn!, que tenc s'esquena ecorxada d'anar-me a colgar dejorn', expresando con ironía el alivio por el fin de las restricciones cuaresmales.