Esta es la seta de primavera más cara del mundo que se puede encontrar en España: es comestible y muy pocos conocen su nombre

Este alimento altamente valorado en mercados locales se localiza principalmente en Navarra y el País Vasco

Variedad de setas en una cesta | Foto: Freepik

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La naturaleza siempre tiene sorpresas reservadas para cada estación, y en España, la llegada de la primavera no solo trae el renacer de flores y el despertar de animales, sino también un tesoro oculto en sus suelos: una seta altamente valorada y conocida por pocos. Nos referimos al perretxiko, conocido científicamente como Calocybe gambosa. Su alto valor en los mercados locales es prueba de su rigurosa demanda y escasa oferta.

¿Qué hace especial al perretxiko?

Este hongo, que aparece tímidamente a partir de abril, es apreciado no solo por su textura delicada y sabor suave, sino también por su aroma fresco. Su recolección, a menudo, requiere un cierto conocimiento transmitido de generación en generación, especialmente en regiones del País Vasco y Navarra, donde crece en su hábitat natural.

Los perretxikos eligen crecer en terrenos donde especies como bojes, matorrales y zarzas les ofrecen refugio. Con el cambio de estación, estos hongos aparecen formando los llamados corros de brujas y suelen mantener una dinámica cíclica en su brote, lo que hace posible predecir sus apariciones cada año. Los que no cuentan con el legado de ubicaciones familiares puntualizan que zonas altas y praderas son opciones viables para buscar al avanzar mayo.

El precio de un lujo primaveral

En los mercados de Pamplona, este manjar llega a alcanzar precios significativos, tan altos como 90 euros por kilo, habiéndose registrado cambios a medida que la temporada progresa. Esta fluctuación de precios depende estrechamente de las condiciones climáticas locales, pues un equilibrio de lluvias y días soleados permite que la seta prospere más, ampliando su presencia y reduciendo su costo.

En algunas comunidades, el perretxiko no es simplemente un hongo más, sino un elemento fundamental que enriquece la gastronomía local. En Alava, por ejemplo, su esperado surgimiento se celebra en consonancia con festividades locales como el Día de San Prudencio, aumentando su resonancia cultural.