La gastronomía pascual mallorquina incluye también otras delicias como los 'robiols' y los 'crespells', aunque son las empanadas las que gozan de mayor protagonismo. Cada localidad de la isla tiene sus propias variantes, lo que demuestra la riqueza y diversidad de esta tradición gastronómica que forma parte esencial del patrimonio cultural inmaterial.
Receta tradicional de empanadas mallorquinas de cordero según Cati Juan de Corral
Para adentrarnos en la elaboración más auténtica de este manjar, recurrimos a una fuente autorizada: la escritora mallorquina Cati Juan de Corral, quien en su reconocida obra Cocina Balear las cuatro estaciones nos proporciona una receta detallada para preparar estas empanadas tradicionales de cordero para cuatro comensales.
Los ingredientes necesarios para el relleno incluyen 1 kg de pierna o paletilla de cordero, 200 gramos de sobrasada cortada en dados pequeños, 200 gramos de tocino fresco también troceado, sal y pimienta al gusto. Para la masa necesitaremos 500 gramos de manteca bien fría, una taza de aceite de oliva virgen extra, 4 yemas de huevo, una taza de agua y la harina floja que absorba la mezcla.
El proceso de elaboración comienza con la preparación de la masa, mezclando todos los ingredientes hasta conseguir una textura homogénea y manejable. Mientras tanto, el relleno se prepara cortando la carne de cordero en trozos pequeños y mezclándola con la sobrasada, el tocino y los condimentos. La combinación de estos sabores es lo que otorga a la empanada su característico perfil aromático, inconfundible para cualquier paladar.
Variante dulce: la propuesta de Antònia Serrano para empanadas con un toque diferente
Para quienes prefieren explorar otras posibilidades, la escritora valldemossina Antònia Serrano nos ofrece una interesante variante de empanadas con toques dulces, siguiendo una receta familiar transmitida durante generaciones. En esta versión, la masa se elabora con 1 kg de harina, 6 yemas de huevo, 200 gramos de manteca fundida a temperatura ambiente, 200 gramos de azúcar, medio vaso de aceite, medio vaso de zumo de naranja y una copita de anís. El relleno mantiene como base la carne de cordero deshuesada, acompañada de tocino y sobrasada en trocitos, pero incorpora elementos como canela, pimentón y zumo de limón para crear un contraste agridulce sumamente interesante.
Esta combinación de sabores dulces y salados representa la evolución creativa de una receta tradicional que, sin perder su esencia, se ha adaptado a diferentes gustos y preferencias a lo largo del tiempo en distintas localidades de la isla.
La preparación de las 'panades' constituye un auténtico acontecimiento social en muchos hogares mallorquines. Lejos de ser una simple tarea culinaria, representa un momento de encuentro donde diferentes generaciones se reúnen para compartir conocimientos, técnicas y experiencias. Los más mayores transmiten sus secretos a los jóvenes, perpetuando así un legado que va mucho más allá de lo gastronómico.
Para quienes no dispongan del tiempo necesario para elaborar sus propias empanadas, Palma ofrece numerosas opciones donde adquirir estas delicias artesanales durante todo el año, aunque cobran especial protagonismo durante la Semana Santa. Entre los establecimientos más reconocidos por la calidad de sus elaboraciones destacan el Horno Reina María Cristina, Forn Fondo, Fornet de la Soca, Horno Santo Cristo, Pastelería Ángel, Ca na Teresa, Ca na Cati, Pastisseria Mallorca y Pastissería Real. Todos ellos mantienen vivo el espíritu de la tradición, elaborando sus productos según métodos artesanales que respetan la esencia de las recetas originales.
Estos establecimientos, algunos con más de 100 años de historia, constituyen auténticos guardianes del patrimonio gastronómico balear, contribuyendo a la preservación de sabores que forman parte indisociable de la identidad cultural mallorquina.
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