Ernest Hemingway y los ‘beans’ de la brigada Lincoln.

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La Brigada Lincoln estaba formada por voluntarios norteamericanos de las Brigadas Internacionales que combatieron a favor de la República en la Guerra Civil española (1936-1939). Ernest Hemingway (Oak Park, Illinois, 1899-Ketchum, Idaho, 1961) fue corresponsal de prensa durante aquella contienda y visitó con frecuencia a sus compatriotas en el frente, compartiendo con ellos el escaso rancho. Por esto no es raro que aquellos jóvenes se desahogasen cantando la ‘canción del sargento intendente’ o ‘el fogón del campamento’.

De esta última son las palabras: ‘No lejos de aquí está el fogón,/ tres veces al día una pizca de nada, / ni huevos ni jamón, /en el té nada de azúcar,/ Así nos vamos consumiendo./ Los viejos soldados nunca mueren./ Sólo se consumen’. Y es una estrofa de la primera, donde además de echar de menos el queso y los filetes, se dice: Las judías, las judías, que te harían echar barriga/ están en el almacén, en el almacén,/ las judías, las judías, que te harían echar barriga/ están en el almacén del sargento’.

Se referían a los famosos beans cuarteleros que en su país de procedencia, los Estados Unidos, se acompañaban en los desayunos y almuerzos con huevos fritos y salsa de tomate. Por lo visto, en el frente de guerra, venían sin aditivos. Fueran las judías, los frijoles, los kidneys beans o judías rojas, las tiernas, las negras o las ‘judías de careta’, una especie procedente de China, cuya semilla tiene una manchita negra. Como curiosidad, una golosina que toma el nombre de judía, jelly jean, una gominola en forma de judía con una capa dura de azúcar, podría sugerirnos la inmensa popularidad, incluso metafórica, del producto.

Para evocar a Hemingway y su época, propongamos una receta de beans con tomate a la americana: disponemos de 400 gramos de judías blancas que durante la noche habremos puesto en agua, para después hervirlas a fuego lento hasta que estén tiernas. Las retiramos, luego, de la olla. Les agregamos una pizca de sal y las escurrimos. Previamente hemos troceado tres tomates pelados y luego de quitarles las pepitas, los aplastamos, salpimentamos y sofreímos, añadiéndoles una cucharadita de azúcar. Servimos las legumbres mezcladas con esta salsa caliente