Ajoblanco malagueño, una receta milenaria | Instagram

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De origen malagueño, el ajoblanco es el plato ideal para un caluroso día de verano. Fácil de preparar y refrescante, este alimento se puede considerar el padre del gazpacho, ya que su origen se remonta a tiempos antes de la llegada del tomate de América. Su color es característico ya que se trata de una sopa blanca debido a sus ingredientes: almendras molidas, miga de pan, ajo, sal, agua y aceite. Aunque depende de la zona de Andalucía y Extremadura en la que se cocine, puede variar algún ingrediente. Además, el toque final lo dan las clásicas uvas que decoran el plato, dándole un contraste dulce-salado. También, se le puede añadir jamón serrano crujiente para un puntito de sal extra.

Ingredientes (para dos personas):

  • 100 gr de almendras crudas
  • 50 gr de pan
  • 1/2 diente de ajo
  • 50 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 250 ml de agua
  • Una pizca de sal
  • Para esta receta es necesario una batidora o robot de cocina que triture todos los alimentos.

Modo de preparación:

  1. Coloca en un recipiente grande las almendras crudas, el ajo sin germen, sal y agua. Para que sea más fácil de triturar, déjalo a remojo durante unas horas con el fin de ablandar las almendras.
  2. Añade el pan cortado en pequeños trozos y mézclalo con los demás ingredientes.
  3. A continuación, tritura con la batidora hasta que se quede una crema fina y sin grumos. Depende de la textura que prefieras, puedes añadir más agua para un resultado más líquido o más pan para una textura más espesa.
  4. Una vez obtengas la textura deseada, añade el aceite de oliva a la vez que remueves la mezcla. Puedes volver a triturarlo si prefieres que se integre completamente.
  5. Finalmente, solo queda emplatar y añadir las uvas. También puedes incluir jamón serrano, melón o uvas pasas.