Ingredientes:
■ 1 kilo de mejillones
■ 1 limón
■ 1 cucharada de herbes dolces
■ 40 gr. queso Mahón-Menorca
■ 2 dientes de ajo
■ 1 brote de albahaca
■ 1 brote de perejil
■ aceite de oliva virgen
■ 40 gr. galleta de Inca picada
Receta:
Retirar las barbas a los mejillones, desechar los que al tocarlos no se cierren, pasarles un agua y meter en una olla que tenga una tapa que encaje bien sin añadir ningún tipo de líquido. Sentar sobre fuego alegre y a los tres minutos cruzar un paño sobre la tapadera, recoger por las asas, y sacudir la olla de tal modo que los mejillones cambien de lugar. Dejar en el fuego dos minutos más y apartar.
Quitar una valva a cada mejillón y disponerlos uno al lado del otro en una fuente que pueda ir al horno. Rallar el queso Mahón Menorca semi curado y mezclar con la galleta picada y un golpe de pimienta. Majar los ajos y mezclar con el perejil y la albahaca picada, añadir la cucharada de herbes dolces,la piel de un limón rallado y mezclar bien. Repartir un poco sobre cada mejillón y ahora cubrir con la mezcla de queso y galleta picada. Aliñar con unas gotas de aceite de oliva virgen y gratinar en horno caliente, unos minutos, el tiempo justo para que la galleta y el queso tomen un color dorado. Servir antes de que se enfríen. Colocar la fuente en el centro de la mesa y que cada comensal vaya cogiendo.
Este plato también nos puede servir para tomar de aperitivo con una cerveza o un vermut el domingo. Habrán visto que la sal no figura entre los ingredientes y ello es porque los mejillones no la necesitan. Para esta receta hemos utilizado mejillones de roca, más caros –en torno a los 7 euros el kilo– pero muy gustosos. Sobra decir que el agüilla soltada por los mejillones al cocerlos al vapor la guardaremos, previamente colada, para añadir al caldo de una paella, para hacer una rica sopa vietnamita o para sumar al caldo de unas sopas mallorquinas de pescado de roca.
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