A pesar de ser uno de los platos más recurrentes en las cocinas, muchas veces se cometen errores en su elaboración que pueden hacer que el resultado final no sea el deseado.

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La pasta es uno de los platos más fáciles y rápidos de hacer que, además, gusta a todo el mundo, ya que presenta numerosas formas de elaboración: ensaladas, macarrones boloñesa, espaguetis carbonara...

Sin embargo, a pesar de ser uno de los platos más recurrentes en las cocinas, muchas veces se cometen errores en su elaboración que pueden hacer que el resultado final no sea el deseado. Así, se pueden seguir una serie de recomendaciones para evitar que esto suceda.

Una de las primeras recomendaciones para conseguir cocinar una pasta perfecta es prestar atención al tipo de pasta elegido (macarrones, espaguetis...) y combinarlo con la salsa que más le convenga, tal y como indican desde La cucina italiana. Por ejemplo, la pasta larga combina mejor con salsas líquidas o cremosas y la pasta espiral va mejor con la salsa clásica de tomate.

Por otro lado, hay que tener cuidado con la cantidad de agua que se usa para cocer la pasta. La norma indica que no se deben cocinar más de 100 gramos de pasta por cada litro de agua.

Otro de los errores que comete mucha gente es echar agua fría sobre la pasta ya cocida, sobre todo, cuando se hacen ensaladas y se quiere enfriar rápidamente la pasta cocinada. Así, si se quiere enfriar la pasta es recomendable meterla en la nevera, añadiendo un poco de aceite para evitar que se pegue.

A la hora de añadir sal al agua para cocer la pasta, también hay que prestar atención a la cantidad adecuada y no hacerlo a ojo. Se deben añadir 7 gramos de sal por cada 100 gramos de pasta, justo cuando el agua empiece a hervir, no antes ni después.

Por último, otro de los errores que comete mucha gente es añadir aceite al agua para cocinar la pasta y que no se pegue, un ingrediente que no es necesario, sobre todo, cuando la pasta es larga, tipo espaguetis.