Los ‘dim-sum’ al vapor, un aperitivo perfecto. | Andrés Valente

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Si hay algo que los restauradores chinos de Mallorca han aprendido en los últimos 15 años es que la fórmula ‘arroz tres delicias y cerdo agridulce’ ya no funciona. Sigue habiendo restaurantes chinos del montón, pero son los viejos: hoy en día nadie abriría un sitio con los 150 platos chinos de siempre. Pero estamos viendo nuevos sitios que ofrece la cocina japonesachina. Y la muy buena noticia es que están en los barrios. Encontré uno por pura casualidad cuando iba a pie por la calle Balmes. Justo al lado de la plaza Alexander Fleming estaba Daikiya (Tel:871-708557) que sirve principalmente platos japoneses. Cuando estaba ojeando la carta exterior llegó un señor de unos 40 años con patinete eléctrico y llevando casco, significando que es un usuario responsable. La mayoría no lo es.

Antes de entrar en el restaurante, con el patinete plegado y en la mano, me dijo: «Se come muy bien aquí.» Le contesté que me gustaba la carta, y yo también entré para preguntar si el cocinero era japonés. Me dijeron que era chino. Al salir, el señor del patinete venía detrás y en la calle me aseguró: «Aunque el cocinero sea chino, este restaurante para mí es el segundo mejor japonés de Palma. Y la relación calidad-precio es la mejor que conozco. Mi esposa y yo comemos aquí al menos dos veces al mes». Este consejo tan espontáneo, y las buenas impresiones de la carta, me bastaron para que volviera tres días más tarde. Y comimos de maravilla a precios increíblemente asequibles.

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El comedor de Daikiya, que significa ‘como estar en casa’, es acogedor y luminoso ya que hay un patio al aire libre al fondo que será ideal para mediodías soleados de invierno y noches cálidas de verano. Para los que todavía están encaprichados con el sushi, hay una variada selección impresionante, pero nosotros escogimos cuatro platos japoneses y otro chino. Y acertamos en todos. El único plato chino, un excelente dimsum de pato (5,15 €), fue sencillo y sabroso, un aperitivo perfecto. Un sashimi de salmón (cuatro piezas por 3,95 €) fue delicioso: el pescado impecablemente fresco y con un poco de wasabi que quita el aliento. Las gyozas de carne (4,95 €), entre las mejores que he comido, están hechas al vapor y luego a la plancha para darles aún más sabor. Son fáciles de coger con los palillos y mojarlas en la salsita de soja y vinagre. Asimismo, yo siempre uso los dedos, algo primitivo pero aún más desenfadado.

Una excelente versión de las ‘gyozas’ japonesas.

Este año he ido comiendo magníficas versiones de fideos japoneses, por lo tanto no dudaba en pedir yakisoba (7,50 €), fideos de trigo finos y fritos con verduritas y pollo… y sigue la racha de los fideos japoneses estupendos. Dejo para el final lo mejor de todo: unos elegantes rollitos de verduras y pollo con un wrap crocante de varias finísimas capas (3,90 €). Tendré que probarlos otra vez para decidir si valen un 10 o ‘solo’ un 9,5.