TW
0

Si al servir una quinoa como acompañamiento o ensalada nos ha sobrado, la podremos utilizar como base para elaborar unas ricas y ligeras hamburguesas.

Esta receta es válida tanto si se trata de la quinoa tal cual como si la habíamos aderezado con otros ingredientes.

Para 2 hamburguesas:

  • 1 taza de quinoa
  • medio calabacín
  • 2 cucharadas de cebolla picada
  • 2 cucharadas de harina de garbanzo
  • 1 cucharadita de pimentón Tap de cortí
  • 1 pizca de sal
  • Aceite de oliva virgen extra

Rehogamos a fuego moderado en una sartén con una cucharada de aceite de oliva virgen extra la cebolla picada con una pizca de sal.

Cuando esté bien pochada, añadimos el calabacín que habremos rallado previamente, sin necesidad de pelarlo pero, eso si, bien limpio.

En cuanto haya perdido tersura, retiramos del fuego.

Introducimos en un cuenco dos cucharadas de harina de garbanzo con otras dos de agua y una cucharadita de pimentón tap de cortí y mezclamos hasta formar una pasta.

Agregamos el sofrito de calabacín y cebolla, ligamos y añadimos la quinoa. Corregimos de sal y removemos bien.

Si vemos que la mezcla queda muy húmeda, agregamos un poco más de harina de garbanzo hasta consguir que adquiera un poco más de consistencia, como si fuera una masa de croquetas ligera.

Calentamos una cucharadita de aceite de oliva virgen extra en una sartén a fuego moderado. Con ayuda de un aro metálico, formamos las hamburguesas y dejamos sofreír unos 4 minutos.

Pasado ese tiempo, damos la vuelta a la hamburguesa para que se dore por el otro lado. Servimos acompañadas por una buena ensalada de brotes verdes, por ejemplo.

Estas hamburguesas nos solucionaran un menú de último momento ya que si, tras darles forma las congelamos envueltas individualmente en papel film, cuando las necesitemos bastará retirarles el envoltorio y, sin necesidad de descongelar, las podremos pasar por la plancha y consumir.