Depura tus riñones de forma natural y sin fármacos: los trucos más efectivos

Descubre métodos eficaces para mantener tu sistema de filtración corporal en óptimas condiciones y prevenir complicaciones como hipertensión y diabetes

Es igual de importante la dieta que una buena hidratación | Foto: Freepik

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Los órganos filtradores de nuestro cuerpo desempeñan un papel fundamental en el mantenimiento de nuestra salud integral. Estos pequeños pero poderosos órganos trabajan incansablemente para eliminar toxinas y desechos de nuestro torrente sanguíneo, regulando además los niveles de líquido, la presión arterial y produciendo hormonas esenciales para la creación de glóbulos rojos.

La acumulación de toxinas y desechos en nuestro sistema puede producirse por múltiples causas, entre ellas una alimentación desequilibrada, la falta de hidratación adecuada, el consumo excesivo de alcohol o tabaco, ciertos medicamentos o la exposición a contaminantes ambientales. Cuando esto ocurre, nuestros riñones se sobrecargan, disminuyendo su capacidad para eliminar eficazmente estas sustancias nocivas del organismo.

Siete estrategias nutricionales para optimizar la función renal

Mantener estos órganos en óptimas condiciones no requiere tratamientos complejos. De hecho, pequeños cambios en nuestra alimentación diaria pueden marcar una gran diferencia. A continuación, se presentan siete recomendaciones avaladas por especialistas en nefrología:

1. Priorizar la hidratación consciente

El agua es el mejor aliado para la salud renal. La cantidad ideal puede variar según el peso corporal, la actividad física y las condiciones climáticas, pero como norma general, 8 vasos diarios (aproximadamente 2 litros) suelen ser suficientes para la mayoría de adultos en condiciones normales.

2. Moderar el consumo de sodio

El exceso de sodio no solo eleva la presión arterial, sino que obliga a los riñones a trabajar más intensamente para mantener el equilibrio electrolítico. Se recomienda limitar el consumo de alimentos ultraprocesados, embutidos y comidas preparadas, optando por condimentar con hierbas aromáticas y especias.

3. Potenciar la ingesta de antioxidantes

Los compuestos antioxidantes combaten el estrés oxidativo que puede dañar las células renales. La dieta mediterránea, patrimonio cultural de España, es particularmente rica en estos nutrientes protectores. Frutas como los arándanos, granadas y cítricos, junto con verduras como espinacas, brócoli y pimientos, deberían formar parte de nuestra alimentación diaria.

4. Seleccionar fuentes de proteína adecuadas

Un consumo excesivo de proteínas, especialmente de origen animal, puede incrementar la carga de trabajo renal. Los nefrólogos recomiendan optar por proteínas de alta calidad pero de fácil procesamiento para el organismo, como el pescado azul (abundante en nuestras costas), legumbres tradicionales españolas como lentejas o garbanzos, y aves de corral criadas de manera sostenible.

5. Reducir el azúcar refinado

El exceso de azúcar está vinculado con alteraciones metabólicas que pueden derivar en diabetes e hipertensión, dos factores de riesgo principales para la enfermedad renal. Sustituir los productos azucarados por frutas frescas y endulzantes naturales como la miel puede ser una estrategia efectiva.

6. Incorporar grasas saludables

Las grasas de calidad, como las presentes en el aceite de oliva virgen extra (oro líquido de nuestra gastronomía), aguacates y frutos secos, poseen propiedades antiinflamatorias que benefician la función renal.

7. Regular el consumo de alcohol

Aunque España es un país con rica tradición vinícola, el consumo excesivo de alcohol puede comprometer seriamente la salud renal. Los expertos recomienda no superar las 2 unidades diarias en hombres y 1 en mujeres, considerando días de abstinencia completa durante la semana para permitir la recuperación de estos órganos.