El 'dragón azul', el misterioso animal que han encontrado en aguas de Mallorca: ¿qué pasa si te pica?, ¿es venenoso?

Este raro molusco, conocido científicamente como 'glaucus atlanticus', representa un avistamiento extraordinario en el Mediterráneo

Este raro molusco, conocido científicamente como 'glaucus atlanticus', representa un avistamiento extraordinario en el Mediterráneo | Foto: Gádor Muntaner / César Canudas

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Un peculiar hallazgo marino ha sorprendido a los científicos en Mallorca. El pasado viernes, la bióloga Gádor Muntaner y el piloto de paramotor César Canudas descubrieron un ejemplar de 'dragón azul' durante una navegación por el noroeste de la Isla. Este raro molusco, conocido científicamente como glaucus atlanticus, representa un avistamiento extraordinario en el Mediterráneo, donde apenas existen registros documentados desde principios del siglo XVIII. «El 'glaucus atlanticus' es un molusco, un gasterópodo nudibranquio. En el Atlántico y en Canarias es bastante común pero en el Mar Mediterráneo hay muy pocos registros. Se trata de un organismo muy muy raro», explicó la experta tras el hallazgo.

El ejemplar encontrado, que alcanzaba casi el tamaño máximo de la especie (entre 3 y 4 centímetros), fue devuelto al mar después de ser observado. Este avistamiento representa un hito significativo para las Baleares, donde no se documentaba la presencia de esta especie desde el año 1705, mientras que el último registro en la Península se produjo en Alicante en abril de 2023. La bióloga destacó además las características específicas del hábitat de este organismo: «Se trata de una especie de ámbitos pelágicos, no está ni en la costa ni en el fondo, sino que se encuentra en el azul, en mar abierto. Su tamaño máximo es de unos 3 o 4 centímetros así que éste es de los grandes».

El 'dragón azul' es un pequeño molusco que, a pesar de su reducido tamaño, esconde una naturaleza fascinante y potencialmente peligrosa. Este nudibranquio pelágico pertenece a la familia Glaucidae y se caracteriza por su llamativo color azul plateado que le sirve como camuflaje perfecto en la superficie oceánica, donde su parte ventral (más oscura) se confunde con el azul del mar visto desde arriba, mientras que su dorso más claro se mimetiza con la luz del sol cuando se le observa desde abajo.

Peligros y efectos de su picadura

Lo que hace verdaderamente singular a esta especie es su dieta y mecanismo de defensa. El 'dragón azul' se alimenta principalmente de otros organismos urticantes como la carabela portuguesa, medusas y otros cnidarios. Durante su alimentación, este ingenioso molusco no solo consume el tejido de sus presas, sino que también es capaz de extraer y almacenar intactas las células urticantes (nematocistos) de estos organismos para posteriormente utilizarlas en su propia defensa, un fenómeno conocido como cleptocnidia.

Este sistema defensivo convierte al aparentemente inofensivo dragón azul en un animal potencialmente peligroso para los humanos, pues puede concentrar toxinas más potentes que las de los propios organismos de los que se alimenta, aumentando así su toxicidad. Aunque el encuentro con un 'dragón azul' en aguas mediterráneas es extremadamente raro, conviene conocer los efectos de su contacto, ya que puede resultar muy doloroso y, en algunos casos, peligroso. Al tocar este molusco, existe el riesgo de que libere las toxinas acumuladas de sus presas, provocando diversos síntomas que varían en intensidad según la sensibilidad de cada persona y la cantidad de toxina inoculada.

Los principales efectos de la picadura de un dragón azul incluyen: dolor intenso y sensación de ardor localizada en la zona de contacto; enrojecimiento visible e hinchazón del área afectada; posible aparición de náuseas o vómitos en casos más severos; dificultad respiratoria en situaciones extremas y reacciones alérgicas que, aunque raras, pueden llegar a provocar anafilaxia.

Protocolo de actuación ante una picadura

En caso de contacto con un dragón azul, es fundamental seguir un protocolo adecuado para minimizar los efectos de la toxina y evitar complicaciones. Los expertos recomiendan estas pautas específicas:

1. No utilizar vinagre ni agua dulce para limpiar la zona afectada, ya que estos líquidos pueden desencadenar una mayor liberación de toxinas, empeorando la situación.

2. Enjuagar abundantemente con agua salada para eliminar cualquier resto de células urticantes que pudieran quedar en la piel.

3. Retirar con sumo cuidado cualquier fragmento visible de tentáculos utilizando pinzas o guantes protectores, nunca con las manos descubiertas.

4. Aplicar compresas frías sobre la zona afectada para aliviar el dolor y reducir la inflamación.

5. Buscar atención médica lo antes posible, especialmente si se presentan síntomas graves como dificultad respiratoria, mareos intensos o signos de reacción alérgica.

¿Por qué es tan raro encontrarlo en el Mediterráneo?

La excepcionalidad del avistamiento del dragón azul en aguas mediterráneas se debe a varios factores biogeográficos y ecológicos. Este nudibranquio es originario de océanos templados y tropicales, principalmente del Atlántico, Pacífico e Índico, donde las corrientes superficiales facilitan su dispersión. Su presencia en el Mediterráneo, un mar semicerrado con características distintas, resulta inusual y podría estar relacionada con fenómenos como el cambio climático o alteraciones en las corrientes marinas.

Además, su dependencia alimenticia de otras especies pelágicas como la carabela portuguesa, que tampoco son habituales en el Mediterráneo, explica en parte su rareza en estas aguas. Diversos estudios científicos apuntan a que las alteraciones en la temperatura del agua y en los patrones de corrientes marinas derivados del cambio climático podrían estar modificando la distribución de especies como el dragón azul. El calentamiento progresivo del Mediterráneo podría estar creando condiciones más favorables para organismos tradicionalmente asociados a aguas más cálidas o abiertas.

Este fenómeno forma parte de lo que los biólogos denominan 'tropicalización' del Mediterráneo, un proceso por el cual especies típicas de mares tropicales y subtropicales comienzan a establecerse en estas aguas, alterando los ecosistemas locales y generando nuevas interacciones ecológicas. El reciente hallazgo en Mallorca podría no ser un hecho aislado, sino parte de un patrón más amplio de cambios en la biodiversidad marina mediterránea que los científicos siguen monitorizando con atención para comprender mejor sus implicaciones ecológicas a largo plazo.