Cristina Linares, científica, sobre la ola de calor y salud: «Hay personas más vulnerables que otras...»

Un investigación del ISCIII analiza múltiples factores que afectan a las personas a la hora de sufrir las altas tmperaturas

Las personas mayores pueden ser más susceptibles a los efectos del calor | Foto: Freepik

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Un reciente estudio, liderado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), arroja luz sobre los múltiples factores que pueden influir en cómo una ola de calor impacta en la salud de las personas. Este análisis exhaustivo, titulado 'Determinación de umbrales de mortalidad por ola de calor según regiones isoclimáticas en España', pone de manifiesto cómo los criterios puramente meteorológicos no siempre reflejan el verdadero riesgo para la salud pública.

El estudio, desarrollado por la Unidad de Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano de la Escuela Nacional de Sanidad del ISCIII, destaca que mientras las definiciones meteorológicas de las olas de calor se basan en estadísticas climáticas, las definiciones desde la perspectiva de la salud requieren un enfoque mucho más amplio. Las investigaciones lideradas por expertos como Cristina Linares, Julio Díaz, José Antonio López-Bueno y Miguel Ángel Navas-Martín sugieren que factores como la demografía, la situación socioeconómica y las condiciones urbanas juegan un papel esencial en cómo estos fenómenos afectan a la población.

El análisis de factores locales y su importancia

La investigación subraya que el impacto de las temperaturas extremas en la mortalidad está profundamente influenciado por condiciones específicas de cada localidad. Ello implica que un enfoque homogéneo no puede ser la solución ideal. Los autores sugieren adoptar medidas preventivas que tomen en cuenta estos factores particulares para así poder disminuir la mortalidad atribuida a las olas de calor.

En consecuencia, el trabajo defiende la necesidad de una definición de ola de calor basada en salud que no dependa de un único percentil para todas las áreas de una región. Esta personalización permitirá una respuesta más precisa y efectiva en la activación de planes de prevención, adaptados al riesgo real que enfrenta cada comunidad.

Resulta crucial la implementación de intervenciones adaptadas a las características y necesidades específicas de cada región, y a la variabilidad de su exposición térmica. Al ajustar el número y tipo de alertas según la exposición real, se pueden mitigar significativos riesgos de salud.