El árbol que deberías tener ya en tu jardín y que te quita calor

Esta especie no solo aporta una abundante sombra natural, sino que además contribuye a reducir la temperatura ambiente y mejorar la calidad del aire en los espacios exteriores

El Ficus de la Misericordia en Palma | Foto: Ultima Hora

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Con la llegada del verano y las altas temperaturas, las personas con jardines buscan alternativas para crear espacios más frescos y confortables. El ficus se ha convertido en una opción cada vez más popular entre los españoles por su capacidad para proporcionar sombra abundante y crear microclimas más agradables. Este género de plantas, perteneciente a la familia Moraceae, destaca por su versatilidad y adaptabilidad a diferentes entornos.

Las especies más demandadas en jardinería son el ficus benjamina, conocido como ficus llorón, el ficus elastica o árbol del caucho, y el ficus lyrata, famoso por sus características hojas en forma de violín. Las dimensiones de estos árboles varían significativamente según la especie, pudiendo alcanzar hasta 30 metros de altura en su hábitat natural. Sus hojas, generalmente grandes y brillantes, crean una densa copa que proporciona una excelente cobertura frente al sol. Esta característica los convierte en aliados perfectos para crear zonas de sombra en jardines y espacios exteriores.

Los expertos en jardinería señalan que el ficus no solo aporta sombra, sino que además contribuye activamente a la mejora de la calidad del aire. El ficus elastica, por ejemplo, destaca por su capacidad para eliminar toxinas como el formaldehído del ambiente, actuando como un purificador natural.

Cuidados básicos

El mantenimiento del ficus resulta relativamente sencillo, aunque requiere algunas atenciones específicas. Prefiere ubicaciones con luz indirecta brillante, ya que la exposición directa al sol puede dañar sus hojas. El riego debe ser moderado, evitando el encharcamiento para prevenir la podredumbre de raíces. La temperatura ideal para su desarrollo oscila entre los 18 y 24 grados centígrados, siendo especialmente sensible a las heladas. En cuanto a la humedad, si bien se adapta a entornos domésticos, agradece los ambientes húmedos típicos de las zonas costeras españolas.

Los jardineros profesionales recomiendan plantar el ficus en primavera o principios de verano, cuando las temperaturas son más favorables para su adaptación. La ubicación debe estudiarse cuidadosamente, teniendo en cuenta que algunas especies pueden desarrollar sistemas radiculares extensos. Es importante considerar también que el ficus produce un látex que puede resultar irritante para la piel durante la poda o manipulación. Por ello, se aconseja utilizar guantes y herramientas adecuadas durante estas tareas de mantenimiento.

En un contexto de cambio climático y aumento de las temperaturas, la incorporación de especies como el ficus en jardines urbanos cobra especial relevancia. Estos árboles no solo proporcionan beneficios estéticos y funcionales a nivel particular, sino que contribuyen a la creación de espacios verdes más sostenibles y resistentes a las altas temperaturas.