Depresión: ¿Es cierto que nuestros genes pueden influir a la hora de contraerla?

Este trastorno se caracteriza por un estado de ánimo deprimido o la pérdida de interés en actividades que antes resultaban placenteras, acompañado de una variedad de síntomas que pueden afectar significativamente la vida diaria.

La etiología de la depresión es multifactorial, involucrando una compleja interacción entre factores sociales, psicológicos y biológicos. Entre estos últimos, la genética ha sido objeto de numerosos estudios que buscan determinar su influencia en la predisposición a desarrollar este trastorno. Investigaciones recientes han arrojado luz sobre la importancia de la herencia genética en la depresión.

Un estudio internacional de gran envergadura, que analizó datos genéticos de aproximadamente 680,000 personas con depresión y cuatro millones sin ella, identificó 697 variantes genéticas asociadas con la enfermedad. Este hallazgo sugiere que ciertos genes pueden aumentar la susceptibilidad a la depresión, aunque cada variante individual tiene un efecto pequeño; es la acumulación de múltiples variantes la que incrementa significativamente el riesgo.

Además, expertos del Centro de Investigación en Red de Salud Mental (CIBERSAM) y del Hospital Clínic de Barcelona señalan que el riesgo de sufrir depresión puede aumentar hasta tres veces si un familiar de primer grado ha padecido este trastorno. Dependiendo del tipo de depresión, los factores genéticos pueden influir entre un 30% y un 50%, siendo en algunos casos más determinantes que los factores ambientales.

Sin embargo, es crucial entender que la predisposición genética no determina de manera absoluta la aparición de la depresión. Factores ambientales y experiencias personales, como eventos traumáticos, estrés crónico o situaciones socioeconómicas adversas, también desempeñan un papel significativo en el desarrollo del trastorno. La interacción entre genes y ambiente es compleja, y factores como el maltrato durante la infancia pueden actuar como desencadenantes en individuos genéticamente predispuestos.