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Es una possessió de las de antes, con muchísima historia entre sus paredes, pero también con presente y futuro. Porque si hasta hace cien años aquí la riqueza la generaba la ganadería a la antigua usanza, hoy la preciosa Son Cós, situada entre Pòrtol y Sa Cabaneta –muy cerca de Palma– sigue siendo productiva, gracias a sus cuidados cultivos de almendros, algarrobos y al ganado lanar.

La finca es excepcional en muchos sentidos. El primero, y que más llama la atención, es porque penetrar en su territorio supone casi hacer un viaje en el tiempo hacia el pasado. La belleza de la casa principal parece inalterable, con su portal clásico y su carácter sólido y tradicional, flanqueado por la buganvilla y los grandes cipreses. Desde aquí se domina el paisaje, con vistas a sa Cabaneta, la iglesia de Sant Marçal y las fincas de Son Verí y Son Sureda. En lontananza, la imponente Serra de Tramuntana y la ciudad de Palma.

Enseguida, el camino que lleva a la clastra, un rincón encantador que también parece suspendido en siglos pasados. La casa grande, des senyors, tiene más de 700 metros cuadrados distribuidos en tres plantas. En las diversas estancias que la componen hallamos toda la esencia de la vida campestre de antaño, sin renunciar a los lujos propios de la posición social de los que explotaban este tipo de fincas. Techos altos, grandes ventanales, muebles de época bien conservados, lámparas de cristal, alfombras, obras de arte, chimeneas... todo aquí remite a la vida más acomodada del siglo diecinueve.

Pero no es lo único que ofrece Son Cós, donde se diseminan infinidad de edificaciones y anexos. A la casa des senyors le sigue en importancia la dels amos: 630 metros cuadrados distribuidos en tres plantas. Y el resto: almacenes, la tafona, el celler, que estuvo en uso hasta los años cuarenta, los apriscos, la casa de la vinya, la de la vileta y otra vivienda de 145 metros cuadrados con dos dormitorios y dos baños, además de un porche de 90 metros cuadrados. Estas edificaciones auxiliares exhiben todo el carácter del campo mallorquín en interiores rústicos en los que se ha cuidado hasta el mínimo detalle, con muestras de mobiliario campestre y aperos agrícolas que se usaban en tiempos pasados, hoy convertidos en motivos decorativos.

En el exterior, mucho más, dado su extensísimo terreno. Una explanada-mirador con espléndidas vistas panorámicas, dos aljibes y dos cisternas de almacenamiento de agua, jardines, terrazas y mil rincones donde disfrutar de la vida al aire libre entre cultivos bien cuidados. La finca posee además un coto de caza menor. Como guinda del pastel descubrimos la capilla, una preciosa y pequeña construcción de estilo barroco consagrada a la Mare de Déu, donde antaño la familia celebraba sus oficios religiosos.

Interiores

Salón: Vigas vistas, techos altos y una preciosa chimenea con manto de madera para una estancia del siglo XIX.

Sala de estar: El amplio ventanal deja entrar la luz a raudales en esta coqueta habitación decimonónica con muebles de época.

Biblioteca: Librerías en verde inglés y una amplia zona de lectura y tertulia en esta habitación llena de historia.

Despacho: Libros, obras de arte antiguas y alfombras añaden carácter a este despacho con un magnífico escritorio de caoba.

Cocina: Como recién salida de un museo, la cocina conserva todo el sabor del pasado, perfectamente preservado.

Baños: La casa se ha modernizado en las instalaciones necesarias, como los cuartos de baño, de estilo rústico.

Dormitorios: Mobiliario de época de factura lujosa en los innumerables dormitorios que posee la finca en sus diversas casas.

Capilla: Uno de los verdaderos lujos de esta propiedad es la capilla, pequeño y precioso edificio de estilo barroco dedicado a la Mare de Déu donde la familia celebraba sus oficios.

Zona de estar de carácter rústico.

Cocina de otra de las viviendas.

Dormitorio con techo abuhardillado.

Los antiguos aperos son hoy decorativos.

El alzado
Superficie: 4.000 metros cuadrados
Terreno: 1.200.000 metros cuadrados
Lugar: Sa Cabaneta (Marratxí)
Precio: 6.500.000 €
¿Qué la hace diferente? Una auténtica possessió histórica mallorquina que aún produce su propia riqueza gracias a la agricultura y la ganadería y que ha sabido conservar la esencia de aquella manera señorial de vivir de hace más de cien años. Un lujo.
Más información: www.porta-mallorquina.es