Los colores de la gama de los tierra, junto con la pared de piedra natural, aportan calidez al ambiente. | Pernilla Danielsson

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Los techos altos, las vigas vistas en su tono natural de madera oscura, la sabia elección de mobiliario –con algunas piezas de diseño–, la iluminación, la distribución de los espacios y la atmósfera creada gracias a un proyecto decorativo integral han hecho de este apartamento todo un lujo de belleza, elegancia y sofisticación.

Una vivienda que resulta acogedora por sus detalles, que van desde la calidad clásica y opulenta que encontramos en las paredes forradas de mármol beige, hasta el espacio cálido y relajado del dormitorio, que irradia elegancia gracias a los toques dorados que añaden un acento decadente muy atractivo, pasando por el minimalismo práctico del baño.

En conjunto la reforma ha conseguido una conectividad admirable del piso con su entorno típicamente mallorquín, que se puede admirar desde la terraza a la que se accede por el salón. El objetivo inicial de crear un estilo elegante y acogedor, de brindar calidez y un toque de sofisticación se ha conseguido con sobresaliente.

Interiores

Recibidor: Sofisticado y elegante arranque con esta pieza de mármol con espejos dobles.

Salón: La chimenea se asienta en una pared de piedra beige que aporta calidez y textura.

Terraza: La terraza comunica el salón con el entorno típicamente mallorquín del casco antiguo.

Exterior: Un tupido jardín vertical aporta verdor y frescor a la terraza de la vivienda.

Cocina: Comunica con el salón gracias a la barra de desayunos con taburetes transparentes.

Dormitorio: La pared de aguas hace destacar aún más el precioso cabecero tapizado.

Baño: Diseño minimalista en el cuarto de baño con paredes de mármol y perfilería negra.

La finca: El clasicismo elegante y austero del casco antiguo palmesano, en la finca.