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Durante el confinamiento hemos sido mucho más conscientes de los beneficios que puede reportarnos contar con un rincón para el relax y la calma en nuestros hogares. Sin embargo, sus bondades pueden aplicarse en cualquier momento y situación. El ritmo de vida que impone la sociedad actual prima el trabajo, el estrés y las tareas domésticas y, conviene, plantarles cara diariamente con espacios en los que podamos evadirnos, recargar las pilas y olvidarnos por unos minutos o unas horas del mundanal ruido.

El primer error que se suele cometer al pensar en este refugio para el relax es creer que se necesitan grandes espacios para darle forma. Nada más lejos de la realidad. Lo principal, fundamentalmente, sería buscar un lugar tranquilo. A poder ser, alejado de zonas de paso, y de ruidos y ajetreos como los de la televisión, la cocina o el cuarto de juegos de los niños.

Bastan apenas dos metros cuadrados para instalar este ‘pequeño templo’ qué tanto puede hacer cada jornada para mejorar nuestra salud mental y física. Algunos espacios que se pueden aprovechar son buhardillas con techos bajos, una terraza acristalada, un rincón del dormitorio o junto a una ventana con luz natural y vistas (aunque sea a los edificios de enfrente) o, incluso, un pequeño refugio bajo las escaleras.

Principalmente y dependiendo del espacio podemos optar por un sofá o un sillón reclinable - que nos servirá tanto para leer y escuchar música como para echarnos una siesta-. También se pueden escoger otras alternativas como una hamaca, unos palés con colchonetas, unas colchonetas colocadas directamente en el suelo o unos pufs. Además, se debería complementar con una pequeña mesa auxiliar que nos servirá para apoyar un libro o una taza y también alguna cesta, caja de madera o balda para guardar las lecturas, los utensilios para hacer punto o la esterilla para hacer yoga.

El objetivo principal de este rincón debe ser encontrar la paz y la relajación por lo tanto habrá que optar por colocar lámparas y focos que den luz tenue o bien utilizar algunas velas de cera o a pilas para crear ese ambiente que nos aporte la calma.

Hay accesorios que tampoco deben faltar en este espacio para el hedonismo. Una manta de tacto suave y cálida para taparnos y sentirnos a gusto, un buen surtido de cojines para apoyarnos y darnos comodidad, un altavoz wifi portátil en el que podamos escuchar música relajante o bien alguna grabación con sonidos de la naturaleza o de meditación, algunas plantas que oxigenen el ambiente y nos evoquen espacios naturales, un reposapiés, alguna alfombra bonita y un buen ambientador de esencias naturales que nos ayude a relajar los sentidos.