Iratxe Pérez te explica en la sección Cajón de sastre de ultimahora.es una serie de trucos para evitar que entren polillas en casa. | A. López

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Las polillas son un tipo de insecto que, en ocasiones, se puede confundir con las mariposas. A diferencia de estas últimas son nocturnas y sus antenas tienen forma de pluma; además, son menos vistosas y su tamaño, por norma general, es más pequeño.

El problema de las polillas es que pueden convertirse en una plaga. En el vídeo que compaña a esta información se indican una serie de pautas para evitar que entren en tu hogar. Los pasos más importantes son prestar especial atención a las ventanas, los armarios y los muebles de madera.

Para poder identificarlas mejor y actuar de la forma adecuada, estos son algunos de los tipos de polillas que existen:

Polilla de la ropa: se alimenta de tejidos como la lana, la seda o la piel y, en raras ocasiones, de fibras sintéticas o papel. Deposita los huevos, que suelen ser entre 30 y 200, en prendas sucias y se alimenta de su queratina. Este tipo de polilla suele ser de color café plateado en las alas con pelos largos en los márgenes.

Polilla de madera: aparece en los muebles de este material, en las puertas y/o en las ventanas. Se alimenta de la celulosa que reside en la madera. Cuando las larvas se hacen adultas y salen a la superficie es cuando se originan los agujeros en la madera.

Polilla de alimentos: la más conocida es la de la fruta seca. Son más grandes que las polillas comunes y son capaces de poner entre 30 y 400 huevos. La coloración de las alas no es uniforme ya que mezcla tonos cobrizos y oscuros.