Iratxe Pérez te explica en la sección Cajón de sastre de ultimahora.es las claves para reconocer el pescado fresco. | A. López

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La Navidad está a la vuelta de la esquina y seguro que ya estás pensando en las comidas y en las cenas que llegan estos días. Una de las opciones favoritas en estas fechas es el pescado: eso sí, cuanto más fresco, mejor.

Para que no tengas problemas a la hora de comprar este tipo de alimento, en este vídeo te explico las claves fundamentales para reconocer el pescado fresco.

Al margen de la importancia de diferenciar los alimentos de calidad, hay una serie de trucos que nos pueden ayudar a reducir el presupuesto que se destina a comida en las fiestas navideñas:

- Planificar las comidas con tiempo para tener claro el menú que se quiere ofrecer y los alimentos que hay que comprar. Este menú debe ser realista y se recomienda calcular la cantidad de alimentos que se necesitan en relación a los comensales, ya que en estas fechas suele sobrar demasiada comida.

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- Una vez planificado el menú, comprar los alimentos con antelación. Los productos típicos de Navidad se encarecen cuando llegan las fechas señaladas, así que una buena opción es adquirir la comida unos días antes y congelarla.

- A la hora de organizar el menú, hay que tener en cuenta los productos de temporada. Esto es fundamental sobre todo al comprar frutas y verduras, ya que de este modo se pueden conseguir alimentos de más calidad a un mejor precio.

- Si sobra comida, esta se puede utilizar para elaborar nuevos platos. Las 'sobras' pueden servir para preparar croquetas, sopas o pasteles. Además, si se apuesta por un menú compuesto por recetas caseras en vez de por platos preparados, se consigue ahorrar en las comidas.

- Respecto a las bebidas, hay vinos de calidad y con una buena valoración que tienen un precio inferior a los diez euros. Otra opción es cambiar el cava por la sidra, una alternativa más económica para brindar con familiares y/o amigos.

Y por último, no hay que olvidar la alerta sanitaria que existe entorno a la cabeza de las gambas y los langostinos. Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria (AESAN) es recomendable limitar su ingesta para minimizar la exposición de los consumidores al cadmio, un metal presente en las aguas marinas que contamina la carne del marisco, fundamentalmente las vísceras de su cabeza, y que puede causar disfunción renal.