«Dejamos de producir carne y nos dedicamos a los huevos»

La apuesta por el bienestar y la seguridad animal, el pastoreo en verde y la gestión de instalaciones aseguran un producto de una gran calidad

Joan Riutort en el parque en verde donde pastan las gallinas al aire libre y que está ubicado en sus instalaciones de Búger

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Joan Siquier (Búger, 1997) es el responsable de la Avícola Can Costeta, una empresa que nació «con la voluntad de demostrar que es posible sacar adelante una iniciativa que ponga en valor el producto local y de calidad». Sus inicios se remontan a 2020, cuando logró el segundo premio en una convocatoria del Carnet Jove tras estudiar Administración y Dirección de Empresas. Siquier explica que «ya tenía el plan de negocio elaborado y me lancé a hacerlo realidad en plena pandemia».

Sus padres no se han dedicado al mundo agrícola, en cambio sus abuelos sí eran payeses. Relata que «de pequeño me gustaba culejar por el campo y teníamos esta finca de Ca s’Alemany donde he podido llevar a cabo el proyecto». Los principales pilares se basaban en «un producto bueno y elaborado en Mallorca, por lo que los trámites y los diferentes preparativos me llevaron a retrasar nuestra salida al mercado hasta octubre de 2021».

En un principio el volumen de negocio «se distribuía en un 75 por ciento en la producción de carne y el otro 25, en los huevos. Los distintas circunstancias que ha experimentado el único matadero de aves, que se encuentra en Inca, nos ha llevado a que ahora solamente nos dedicamos a la cría de gallinas, la producción de huevos y su distribución. La carne ya es historia para nosotros».

En un sus inicios, la granja contaba con ejemplares de dos razas que producían huevos marrones y blancos (Isa Brown y Leghorn, respectivamente), pero desde hace unos meses han introducido nuevas razas que ponen huevos de colores como azul, verde y marrón chocolate. Joan Siquier explica que «la intención es ofrecer una mayor variedad a los establecimientos a los que distribuimos los huevos y tengo que decir que cada año hemos duplicado la producción». Sus clientes son carnicerías, fruterías, hoteles y restaurantes, algunos de ellos con estrella Michelin.

Para garantizar la calidad de los huevos, Joan Siquier enumera los ejes de la empresa. «Nos guiamos por el bienestar animal, la seguridad animal, que las gallinas puedan pastar en un parque en verde y en la gestión de las instalaciones». En bienestar y seguridad, «contamos con todos los sistemas adaptados a la normativa de bienestar animal y llevamos a cabo estrictas prácticas de limpieza y protección». En cuanto a la gestión de las instalaciones «la automatización de comederos y bebederos nos permite que las gallinas estén mucho más cómodas y la zona verde donde salen al aire libre contribuye en gran medida a la calidad final del producto».

La Avícola Can Costeta realiza visitas escolares y tiene previsto poner en marcha en los próximos meses un servicio de venta directa a particulares en la misma finca así como realizar visitas guiadas, «para que la ciudadanía pueda comprobar cómo es una granja avícola en la que prima lo local».