Antaño, la fotografía del fora vila mallorquín estaba compuesta en gran parte por árboles frutales. Y, lo más importante, eran una destacada fuente de ingresos para los agricultores, pero, entre enfermedades, abandono de las fincas y otros motivos diversos, en las últimas décadas gran parte de este paisaje y de esta actividad agrícola y económica ha desaparecido.
Con la finalidad de volver a llenar los campos de árboles frutales y además en cultivo ecológico, ha nacido Mallorca en Fruit, un proyecto que impulsa su plantación y que ya ha dado sus primeros frutos con más de 1.000 árboles sembrados, y, para este año 2025 se prevén 1.400 más.
En la primera edición, se sembraron concretamente 1.029 frutales de 23 especies diferentes, beneficiando a 24 socios de APAEMA. Esta entidad lidera el proyecto con el apoyo de la Fundación Mallorca Preservation (MAPF). Los árboles más plantados fueron 245 olivos, 203 algarrobos, 148 almendros y 30 albaricoqueros, junto con otras variedades locales adaptadas al clima mediterráneo, como higueras y cítricos. «Esto supondrá una presencia de árboles en floración durante muchos meses, lo que favorecerá a las poblaciones de fauna auxiliar y servirá de alimento para las colmenas de los apicultores», explica el técnico de APAEMA, Andreu Adrover.
De momento –indica Adrover–, el índice de supervivencia de los árboles sembrados es del 100 %. «Esta biodiversidad cultivada refuerza el compromiso con la recuperación de variedades locales y la rentabilidad de la agricultura ecológica. Además, favorece la regeneración de los suelos, reduce la erosión y fomenta un ecosistema más equilibrado, proporcionando hábitat y alimento para la fauna autóctona», comenta.
Este año, la segunda edición del proyecto contará con 32 fincas certificadas ecológicas e incluirá 14 tipos diferentes de árboles frutales. Del total de árboles previstos, un 78 % serán de nueva plantación, mientras que el 22 % se destinará a sustituir árboles envejecidos, muertos o no productivos de plantaciones maduras que aún no habían sido reemplazados. «Esta distribución refleja el objetivo dual del proyecto: expandir la superficie de árboles frutales ecológicos y mantener la productividad de las fincas participantes», explica Andreu Adrover.
Mallorca en Fruit ofrece una ayuda económica de 30 euros por árbol, cubriendo casi todo el coste de la plantación. Este apoyo no solo facilita el acceso a recursos para los agricultores, sino que también refuerza el compromiso con la preservación de variedades locales y el desarrollo sostenible.
El proyecto ha demostrado tener un efecto multiplicador, ya que muchos beneficiarios han aprovechado la ayuda como incentivo para sembrar más árboles de los subvencionados, incrementando así un paisaje productivo en la Isla.
2 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Buena iniciativa. Da pena ver la cantidad de fincas abandonadas.
Si los sembraron la semana pasada es normal tener una supervivencia del 100%.