Joan Vicens: «El aguacate podría ser una alternativa viable a la naranja en Sóller»

A punto de presentar su TFM, Vicens analiza la viabilidad de este cultivo en Baleares

Joan Vicens Albertí, natural de Sóller y nacido en 2001, es un joven ingeniero agroalimentario.

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Joan Vicens Albertí, natural de Sóller y nacido en 2001, es un joven ingeniero agroalimentario que, a sus 24 años, se encuentra inmerso en su máster en ingeniería agronómica. Su trayectoria académica no siempre estuvo enfocada en la agricultura, pues comenzó estudiando diseño de videojuegos en Barcelona. Sin embargo, al no sentirse identificado con ese mundo, regresó a Mallorca sin un rumbo claro. «No tenía conocimientos de matemáticas o química, porque no las había tocado desde la ESO», recuerda. Fue durante un verano cuando decidió prepararse para empezar en septiembre una carrera que, en cierta medida, llevaba en la sangre. «Mi abuelo y mi bisabuelo trabajaban en fincas de montaña y se dedicaban a la agricultura», explica.

Actualmente, está a punto de presentar su Trabajo de Fin de Grado, un proyecto que plantea la implantación de siete hectáreas de aguacateros en una finca de Campos. En él ha realizado un estudio de mercado del aguacate, analizando las condiciones climáticas y la viabilidad del cultivo en Baleares. «Se ha trabajado poco con este cultivo aquí. En zonas como Sóller o Pollença, donde la pluviometría es buena y las temperaturas son más suaves, tiene futuro», señala.

Su día a día transcurre en Can Det, una finca dedicada a la producción de olivas y cítricos. Además, junto a Joan Deyà, gestiona técnicamente varias explotaciones agrícolas. Es consciente de que el cambio climático supone un desafío para el sector, pero también observa ciertas oportunidades. «Cada vez los inviernos son más suaves, lo que permite introducir especies subtropicales que hace un siglo eran impensables aquí. El aguacate, por ejemplo, podría ser una alternativa viable al naranjo en Sóller». La crisis del sector citrícola en la Vall es evidente. En los años 60 y 70, «la naranja era un cultivo importante, pero hoy muchos huertos están abandonados debido a la falta de tiempo de los propietarios», destaca. Eso sí, «el auge del turismo ha cambiado la economía local, favoreciendo en cierta medida la agricultura, ya que los turistas aprecian los productos locales y de calidad, lo que aumenta la demanda en hoteles y restaurantes», apunta.

En cuanto a los desafíos actuales del sector, subraya la necesidad de que la agricultura sea sostenible y rentable sin depender de subvenciones autonómicas y estatales. «Si la gente pudiera pagar lo que realmente cuesta producir un producto, este problema no existiría. A medio o largo plazo, Vicens sueña con su propia plantación de aguacates, un cultivo que le apasiona. «Me encanta mi trabajo actual, pero me gustaría sacar adelante mi propio proyecto. El problema es el acceso a la tierra: comprar terrenos es carísimo, sobre todo en Sóller, donde las parcelas son pequeñas y es difícil encontrar una superficie adecuada. No descarto arrendar una en el futuro», concluye.ye.