Pep Uceda muestra parte de las ‘llampugues’ que se capturaron ayer en Cala Rajada.

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La temporada de la llampuga (lampuga) arrancó el pasado día 1 de septiembre. En Cala Rajada, hasta el momento, se han capturado 7,7 toneladas, por parte de las ocho embarcaciones que se dedican a esta faena.

A las puertas de celebrarse la ruta gastronómica en los restaurantes de la zona, en sustitución de la tradicional Mostra de la Llampuga que ya llegaría a la mayoría de edad, el presidente de la cofradía de pescadores de Cala Rajada, Pep Uceda (Capdepera, 1963) hace una valoración. «Ha sido una temporada atípica. Se empezó flojo, al principio había poca cosa, incluso a veces no se han llegado a los cupos. Pero parece que ahora está mejor. En cuanto al precio, ha ido variando pero podíamos hablar de 9,60 euros de media». En el resto de la isla han salido 35 embarcaciones y se han pescado 28 toneladas».

Uceda es propietario de una embarcación de arrastre. En total hay cuatro de este tipo en Cala Rajada. «En general ha sido una temporada atípica, también en cuanto a la gamba y puede que sea por la temperatura. Ha sido un año de mucha calor y el agua ha estado caliente. Pero no ha sido un mal año en cuanto a la demanda».

Desde los 21 años se dedica a la pesca y su barca Joven Mirmer es la misma de hace 33 años. «Antes todo era más artesanal, los trabajos eran mixtos y ahora se ha evolucionado mucho en cuanto a la mecánica y la tecnología. Salíamos con una sonda de papel y un compás. No teníamos GPS. Un tiempo hubo hasta 12 barcas de arrastre y ahora solo somos cuatro».

En Cala Rajada hay unos 50 pescadores profesionales pero el relevo generacional es muy pequeño. «Cuando los actuales pescadores nos jubilemos no se si habrá muchos jóvenes que se dediquen a ello. En mi caso mi hijo es mi segundo de a bordo y su ilusión es poder coger el testigo».

La Mostra de la Llampuga, que se hacía en octubre, este año tampoco no se puede celebrar por el tema sanitario. Uceda valoró muy positivamente este evento, imprescindible en el calendario gastronómico. « La muestra, desde sus inicios, ha abierto el mercado mallorquín a la llampuga. Ahora ya todo el mundo la conoce y la valora pero en un principio era diferente». El deseo del presidente de la cofradía es que «el año que viene se pueda volver a celebrar porque ayuda mucho a finalizar la temporada ya que cuenta con la implicación de muchos sectores. Entre la riada del Llevant y la pandemia han sido años difíciles».

La reserva marina del Llevant fue solicitada por los pescadores hace más de una década. «La evolución ha sido muy buena. Tal vez ahora pediríamos un poco de más vigilancia pero todos estamos muy contentos».

Una de las principales peticiones de la cofradía es que se pueda empezar cuanto antes la reforma del muelle proyectada por el Govern donde va ha haber un cambio de usos. «Será una remodelación muy importante para toda la zona».